“Este día de hoy es un día que no se nos va a olvidar nunca, es un día histórico: la primera santa colombiana, y sobre todo una santa que en este momento sí que la necesitamos, por sus instrucciones, sus pensamientos, su legado".
Así lo afirmó el presidente Juan Manuel Santos, ayer desde Ciudad del Vaticano, luego de la ceremonia de canonización de la madre Laura Montoya.
Al expresar su alegría por este hecho histórico, el mandatario destacó el legado de la madre Laura relacionado con la reconciliación y la justicia social.
"Nos sentimos todos muy emocionados en este día. Es la primera vez que una colombiana es canonizada. La santa madre Laura nos deja un legado que en este momento es muy oportuno: la reconciliación y su permanente interés por la justicia social, por trabajar por los más vulnerables", expresó.
El presidente Santos se refirió a la oración que sobre el tema de la reconciliación elevó ayer el papa Jorge Mario Bergoglio (Francisco) durante la ceremonia de canonización de la madre Laura.
"Espero que esa oración realmente nos sirva para que todos nos reconciliemos, para que encontremos esa paz que Colombia viene buscando hace tanto tiempo. Creo que el día de hoy es muy simbólico, por todo lo que significa: por la vida de la madre Laura, por las palabras del Santo Padre. Todo eso como que confluye y lo llena a uno de optimismo, lo llena a uno de esperanza en un futuro mejor", sostuvo.
El Mandatario narró también lo que el papa Francisco le dijo durante los breves momentos en que habló con él.
"El Santo Padre me apretó la mano. Me dijo que sus oraciones estaban con Colombia, con la paz de Colombia. Mañana nos vamos a ver en una cita privada. Por eso me dijo que mañana discutiríamos ya en profundidad este aspecto de lo que está sucediendo en Colombia y cómo la Iglesia nos puede ayudar", concluyó.
Reconciliación
"Hoy lo que estamos viviendo en Colombia es una inmensa necesidad de reconciliación, de perdonar, si queremos lograr la paz", afirmó.
El mandatario explicó que este es uno de los grandes legados de la madre Laura Montoya, primera santa que tiene Colombia en su historia.
"El hecho, por ejemplo, de que su padre fue asesinado, víctima de la violencia, y a los dos o tres años su madre le enseñó a rezar para perdonar al asesino de su padre, ¿qué significa eso? La necesidad de la reconciliación, del perdón", dijo.
Así mismo, el presidente Santos consideró que su pasión por la justicia social es otro de los legados de la madre Laura.
"Otro de los legados que dejó la Madre Laura fue su dedicación, su pasión por la justicia social, por llegarles a los más vulnerables. Su vida con los indígenas para que tuvieran dignidad, para que la sociedad los apreciara, eso fue algo muy importante en el momento. Y hoy estamos también haciendo todo lo que está en nuestras manos para llegarles a los más vulnerables, para que Colombia sea un país más justo", sostuvo.
"Todo eso es muy relevante para el día de hoy, para nuestra Colombia de hoy, porque todas esas enseñanzas son las que nos pueden permitir lograr esa paz que tanto queremos", agregó.
El Jefe de Estado consideró que para todos los colombianos este es un día muy especial, lleno de alegría y que no se olvidará nunca.
"Por eso para mí, para todos los colombianos, esta ceremonia y este día fue muy especial. Creo que no lo olvidaremos por el resto de nuestras vidas. Porque además es único. La ceremonia, la emoción de la ceremonia, ver esa plaza llena, con miles y miles de colombianos emocionados también por este acontecimiento tan importante, le llena a uno el corazón de alegría", dijo.
"Por eso diría que en este día, toda Colombia, todos los colombianos tenemos que estar muy contentos, muy agradecidos. Porque, como decía el cardenal Rubén Salazar, este estado de gracia no es solamente para la Madre Laura, es para toda Colombia", puntualizó el Jefe de Estado.
Con el papa Francisco
El papa Jorge Mario Bergoglio (Francisco) dijo que espera que, con la nueva santa Laura Montoya, los colombianos continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo del país.
"Que por la intersección de la madre Laura Montoya, el Señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su patria", expresó el pontífice durante la ceremonia de canonización.
El presidente Santos, por su parte, se refirió a la oración que sobre el tema de la reconciliación elevó el papa Francisco durante la ceremonia de canonización.
"Espero que esa oración realmente nos sirva para que todos nos reconciliemos, para que encontremos esa paz que Colombia viene buscando hace tanto tiempo. Creo que el día de hoy es muy simbólico, por todo lo que significa: por la vida de la Madre Laura, por las palabras del Santo Padre. Todo eso como que confluye y lo llena a uno de optimismo, lo llena a uno de esperanza en un futuro mejor", sostuvo el mandatario colombiano.
El Santo Padre afirmó que la madre Laura Montoya fue un instrumento de evangelización como maestra y como madre espiritual de los indígenas, a quienes infundió esperanza y pedagogía, siempre respetando su cultura.
"En su obra de evangelización, la madre Laura se hizo verdaderamente toda a todos, según la expresión de San Pablo. También hoy sus hijas espirituales viven y llevan el Evangelio a los lugares más recónditos y necesitados, como una especie de vanguardia de la Iglesia", agregó el papa Francisco.
Aseguró también que la madre Laura enseñó al mundo a vencer la indiferencia y el individualismo, que en ocasiones "corroe a las comunidades cristianas".
"Esta primera santa nacida en la hermosa tierra colombiana nos enseña a ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente, como si fuera posible vivir la fe aisladamente, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio", puntualizó el Santo Padre.
Orgullo
Ayer por la mañana estuvo Jericó, pueblo natal de la madre Laura, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, para celebrar el ascenso a los altares de la primera santa colombiana, una fecha histórica para el país.
"Su canonización representa la exaltación de su fecunda labor social con las comunidades afrocolombianas, campesinas y, en particular indígenas, a quienes siempre consideró sus hijos del alma, en una época en el que el indígena no era visto como persona y ser humano con todos sus dotes", señaló.
El Museo de Antropología y Artes de Jericó, Antioquia, MAJA, fue el lugar donde el jefe de la cartera política destacó la labor de esta religiosa y la describió no solo como una "mujer luchadora que dejó profunda huella, sino también fue una mujer humilde, que estuvo cerca de los más pobres".
El alto funcionario afirmó que la canonización de la hoy Santa Laura significa un acto de orgullo para colombianos y para la religión católica y cristiana, ya que ella se destacó por sus enseñanzas y obras de labor social.
"Me regocija por Antioquia, por Jericó, que crecerán como lugar de peregrinación y como referente de fe, la que espero nos sirva también alcanzar la paz que como colombianos nos merecemos".
En agradecimiento por seguir la obra social de la madre Laura, el ministro Carrillo le hizo entrega de una placa conmemorativa a la Comunidad Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena para que sigan con la misión y amor apasionado por los más pobres como lo hizo esta religiosa durante mucho tiempo.
Romería
Miles de personas visitaron ayer la pequeña población de Jericó, cuna de Laura Montoya, la primera santa de este país mayoritariamente católico.
"Es un evento extraordinario que sacude a todos los católicos por la santidad de la madre Laura", dijo a la AFP Gloria Giraldo, un ama de casa de 53 años que vino a este poblado con ocasión de la canonización de la religiosa, que nació en Jericó en 1874.
Giraldo, quien se declara una ferviente católica, cree que con la canonización de la madre Laura va a aumentar la fe entre los colombianos y confía en que por su "intersección el país encuentre el camino de la paz".
Colombia padece desde hace cerca de medio siglo un sangriento conflicto armado que el presidente Juan Manuel Santos intenta desactivar mediante una negociación con la guerrilla de las Farc.
Giraldo es una de las cerca de 4.000 personas que según las autoridades locales llegaron a Jericó con ocasión de la canonización de la monja, quien falleció en 1949.
Debido a la diferencia horaria, la ceremonia fue seguida desde la madrugada a través de una gran pantalla de televisión instalada en la plaza central de Jericó, donde cientos de personas se congregaron con velas encendidas y abrazando cuadros con la imagen de la nueva santa de este país, donde el 80% de la población dice ser de religión católica./AFP