Hay que seguir trabajando para que las zonas de fronteras tengan los beneficios que les reconoce la ley y puedan aprovechar todas sus potencialidades para superar así las diversas problemáticas que hoy las aquejan.
En esa ruta crítica coincidieron varios de los congresistas de esas regiones que aspiran a repetir curul.
En primera instancia, el senador Félix Valera, uno de los coautores del proyecto de Ley de Fronteras que hace tránsito en el Congreso, explicó que “por pertenecer a estas regiones nos asiste una preocupación: nuestra economía cada vez se ve más deprimida y no permite que las personas desarrollen actividades alrededor de ella”.
El parlamentario de La Guajira dijo que la frontera debe ser una ventaja pero desafortunadamente se convirtió en un problema. “Con esta ley lo que buscamos es mejorar la situación e incorporarnos en la frontera”, explicó.
Anotó el legislador de Alianza Verde que debe buscarse que estas zonas impulsen su desarrollo y lleven a cabo su propia economía, pues para nadie es un secreto que el modelo centralista ha detenido a los departamentos periféricos.
Propuso, por ejemplo, que los profesionales y estudiantes de esas regiones puedan encontrar un buen recibo en las universidades vecinas para el tema de la homologación. Otro punto clave es el relacionado con la gasolina, porque el contrabando siempre afecta a los territorios fronterizos.
A su turno, el senador liberal Guillermo García Realpe manifestó que la futura Ley de Fronteras debe ser un verdadero estatuto integral de desarrollo “que abarque todos los temas: comercio internacional, comercio binacional, de tránsito laboral y de pasajeros, seguridad aduanera y estímulos para la empresas que están ubicadas en el cordón fronterizo”.
Indicó que en lo que tiene que ver con el tema de los combustibles, se debe establecer un comercio binacional de productos de primera necesidad, entre esos la gasolina. “Las fronteras son territorios estratégicos que no han sido prioritarios para el desarrollo de los países, siempre han sido territorios marginales”, sostuvo.
Entre tanto el congresista de la Comisión Segunda del Senado Carlos Barriga, conservador de Norte de Santander, expresó que, como autor de la Ley de Fronteras, se propone impulsar varios temas importantes como el establecer con claridad que el presupuesto que tenga cada uno de los ministerios se invierta en zonas de frontera en un mínimo de 14 por ciento, independientemente de los recursos que envía el Gobierno nacional.
“Hay otro artículo importante que tiene que ver con las industrias nuevas que se establezcan en los municipios de frontera y que tendrán unos beneficios tributarios con la finalidad de fomentar el desarrollo y progreso”, dijo Barriga.
También plantea alivios en el pago del servicio de energía. “Se incluyó un punto en que se propone la nacionalización de los vehículos con placas extranjeras y los recursos de esa nacionalización van para estas regiones… En solo la frontera de Norte de Santander hay 300 mil vehículos transitando”, explicó.
Barriga puntualizó que si se lleva a cabo una nacionalización de los vehículos usados se podría recoger una cantidad de recursos para el mejoramiento de la malla vial de los municipios. “El impuesto que van a pagar esos vehículos es del 50 por ciento comparado con lo que paga otro vehículo de placa colombiana”, dijo.
Por último, Manuel Enríquez Rosero, nariñense de La U, recalcó que lo primero que se debe hacer es desarrollar adecuadamente la infraestructura en las zonas de fronteras. “Como segundo punto hay que hacer un gran esfuerzo para que el Estado sea capaz de controlar el contrabando, que genera muchos problemas sobre todo en el sector productivo”, indicó.