Contra viento y marea en las próximas horas la administración de Gustavo Petro expedirá el decreto para que el Día sin Carro y sin Moto sea el próximo 22 de septiembre, a pesar de que gremios y líderes políticos no están de acuerdo.
Mientras la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) explicó por qué no se debe realizar sino un Día sin Carro porque la ciudad no está preparada en su movilidad, los candidatos a la alcaldía Rafael Pardo, Enrique Peñalosa, Clara López y Francisco Santos coincidieron que un día al año es suficiente.
Para Pardo lo fundamental es estimular el uso y fortalecer el transporte público y que mientras no sea confiable y seguro, más días sin carro no será suficiente para desestimular el uso del carro.
A su turno, Peñalosa, en cuya administración se hizo la consulta para realizar un día al año, dijo que el Día sin Carro solo lo pueden cambiar los ciudadanos y que es necesario hacer un avance en transporte público.
En este mismo sentido, Francisco Santos indicó que el Día sin Carro es pedagógico pero que ampliarlo afecta el comercio y que hay que organizar el transporte público, y rescatar la seguridad en Transmilenio.
López señaló que el Día sin Carro es una medida pedagógica importante pero que un día es suficiente.
De otra parte, la secretaria distrital de Ambiente, Susana Muhamad, ratificó que la movilización que se llevará a cabo el 22 de septiembre es un acto simbólico por el clima.
Esta jornada que se realizará en el marco del Encuentro de las Américas frente al Cambio Climático servirá como mensaje de Bogotá, para el COP 21 que tendrá lugar en Francia en diciembre de este año.
“La Alcaldía Mayor ha lanzado una alianza ciudadana con gobiernos locales para llevar la carta de Bogotá hacia París, por eso va a haber una gran manifestación y movilización por el clima, la cual queremos que sea en bicicleta, será un mensaje muy importante hacia el mundo donde uniremos movilidad sostenible por un mejor clima”, sostuvo la secretaria Muhamad, quien también recordó que el encuentro de las Américas estaba programado desde hace un año, la movilización se anunció el pasado 22 de junio y también se había dicho de una tercera jornada de día sin carro para el presente año.
Debe ser revisada
Ante el anuncio, la CCB expresó su preocupación ante los impactos negativos que la medida genera en la ciudad.
El Día sin Carro surgió de una consulta ciudadana en el año 2000, oportunidad en la que los bogotanos se mostraron partidarios de llevar a cabo esta jornada una vez al año. “Aplicar esta medida varias veces al año no responde a la voluntad ciudadana”, aseguró Mónica de Greiff, presidenta de la CCB.
En las últimas jornadas esta situación ha generado inconvenientes en la movilidad, reducción en la productividad de la ciudad y en las ventas de los comerciantes alcanzando niveles similares a un día festivo. De otra parte, la decisión afecta el cumplimiento de las jornadas laborales, y el cumplimiento de los compromisos de negocios previamente adquiridos por los ciudadanos.
Otros de los problemas que presenta la realización de estas jornadas están relacionados con el acceso y la calidad del servicio público de transporte, como Transmilenio y el SITP, por cuanto la oferta del sistema es insuficiente, no está preparada para recibir la cantidad de usuarios que llegan a estaciones, paraderos y portales ese día, y no existe información clara sobre las rutas de buses zonales.
De otra parte, el efecto ambiental ha demostrado no tener un impacto tan positivo ya que las principales fuentes de contaminación móvil son los buses con combustión diésel y éstos siguen en las calles.
La CCB recomienda que más allá de realizar este tipo de jornadas que afectan a la ciudadanía, los esfuerzos se deberían concentrar en mejorar la calidad del transporte público, las vías, facilitar los desplazamientos en bicicleta y a pie, con una infraestructura acorde con las necesidades, privilegiando la intermodalidad. Todo ello encaminado a contar con una ciudad más competitiva y con una mejor calidad de vida.