Cáncer, enfermedad que ha ganado el fútbol | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Agosto de 2013

A lo largo de la historia del fútbol muchos jugadores y técnicos han tenido que detener su labor deportiva para dedicar la mayor parte de su tiempo al cuidado de su enfermedad, esa que ha marchitado muchas vidas y que en el deporte rey también ha hecho lo propio: el cáncer.

Acá un recuento de esos jugadores que han tenido que detener su vida profesional en el balompié por ese angustioso padecimiento, del que algunos  han salido victoriosos y han regresado al fútbol a desplegar lo mejor de su magia.

Aunque en Colombia no han sido muchos los casos, hay uno que recién abrió la angustia de los hinchas y ciudadanía en general, provocando una marea de mensajes de recuperación, esperando ver al futbolista pronto brindando lo mejor de sí a su equipo. Se trata de Miguel González, de Millonarios.

Aunque los rumores sobre la enfermedad de González comenzaron el pasado fin de semana, hasta el lunes se conoció la enfermedad del jugador que apenas empezó su carrera en el club azul, conjunto que lo acogió para este semestre luego de su paso por Once Caldas.

Tras el conocimiento de su enfermedad y ante la lluvia de mensajes de solidaridad, el mediocampista señaló a través de su cuenta de twitter: “Pongo mi cuerpo en manos del Señor Jesucristo y con las oraciones de cada uno de los que me quieran acompañar el Señor Jesucristo me sanará”.  “Mil gracias por su apoyo a todos....Sólo nuestro Señor Jesucristo me curará y me dará la sanidad total”, agregó ayer.

Otro que padeció la misma enfermedad que hoy preocupa a González fue el media punta del Cali, Carlos Lizarazo. Él es un ejemplo claro de la fuerza de voluntad y buen manejo de la situación, ya que se recuperó satisfactoriamente y hoy es titular indiscutible en los azucareros, a tal punto que en la fecha pasada ante Santa Fe él fue uno de los encargados de anotar uno de los tantos para sellar la victoria contra los capitalinos dos cero.

A nivel internacional uno de los casos más recordados tal vez sea el de Eric Abidal, ahora compañero de James Rodríguez y Falcao García en el AS Mónaco. Al jugador, de origen francés, se le descubrió que sufría cáncer de hígado en 2011 cuando militaba en el Barcelona. Sin embargo y luego de una operación en la que se le trasplantó el órgano y docenas de operaciones que lo mantuvieron alejado de las canchas durante cerca de un año, el jugador regresó, representó de nuevo su selección y ahora actúa titular en el equipo del principado.

Otro futbolista famoso que padeció esta enfermedad pero en los testículos,  fue el volante derecho del Bayern Múnich, Arjen Robben. En ese momento, 2004, jugaba en el Chelsea y tuvo que detener su carrera a los 20 años, edad en la que entró en el quirófano, pero del que salió tiempo después para convertirse en el jugador que es hoy en día: uno de los mejores del mundo.

En Latinoamérica otro recordado es el ahora ayudante del Cholo Simeone en el Atlético de Madrid, Germán Burgos. En 2003 Burgos fue operado de un tumor maligno en el riñón izquierdo y tras una recuperación de casi tres meses, Burgos volvió a jugar fútbol.

Mientras que en Brasil otro que salió victorioso fue el volante Narciso Dos Santos, quien también padeció Leucemia, en el año 1999 y todas las evidencias apuntaban a que no volvería a participar en la actividad. Sin embargo él logró recuperarse y regresó de manera activa al balompié de su país.

En España también recientemente se sintió la fragilidad que produce saber sobre este mal, cuando el Barcelona se enteró que su técnico, Tito Vilanova, se retiraría de la dirección de los azulgranas para acudir a un tratamiento sobre la enfermedad que lo aquejaba meses atrás: cáncer de glándula parótida.

Él supo de su padecimiento el 22 de noviembre de 2011, justo antes de viajar con el Barça a Milán para disputar un partido de Champions. Fue a operación y tan sólo un mes después regresó a las canchas, siendo en ese momento el asistente de Pep Guardiola.

Sin embargo la operación dejó sus rastros y en 2012 Vilanova fue intervenido por segunda vez. Así pasó el año en limpio y para 2013 pidió una segunda opinión en un hospital de Nueva York el cual le confirmó que no se había erradicado. Siguió con terapias en lo corrido del primer semestre y el 19 de julio se retiró del club para seguir con sesiones de quimioterapia, que continúan hasta el día de hoy, pero siempre con la esperanza de que será el próximo en volver a las canchas de manera triunfante.  

 

Lo de Mario es una enfermedad curable

“Es una enfermedad de la sangre que se puede presentar en cualquier persona, cualquier humano está a riesgo de padecer una leucemia aguda, pero desafortunadamente a Mario le ocurrió. Lo bueno es que es una enfermedad curable que manejan los médicos dermatólogos del país y hay una gran posibilidad de curación de la enfermedad”, señaló el doctor Guillermo Quintero, profesional que está tratando el caso de Leucemia del jugador Mario González.