La licitación se cayó luego que el presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria, pidió se suspendiera la misma ya que, según él, es inconveniente adelantar el proceso para adquirir gasolina para los vehículos del cuerpo de representantes.
De acuerdo con Gaviria, “es inconveniente” adelantar este proceso de licitación, a pesar de que la dirección administrativa es “autónoma” en el gasto del presupuesto, afirmando que “para beneficiar a unos pocos no se puede someter a la Cámara a lo claramente es un debate muy inconveniente”.
Así mismo, el representante afirmó que los congresistas pagan su propio combustible y “como está estructurado, tan sólo se verían beneficiadas las mesas directivas de las siete comisiones”.
Finalmente aclaró que nunca ha recibido el beneficio y que “lo sano es pedir revocatoria de la licitación.”
Tras conocer la petición de Gaviria, la directora Gloria Inés Raigoza decidió tumbar el proceso y no continuar con la polémica a pocos días del cierre de la legislatura (20 de junio).