Campo gasta 46% del agua que consume el País | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Septiembre de 2015

La creencia de que Colombia posee “una gran riqueza hídrica”, está siendo perjudicial para la conservación, según lo demuestran las cifras de consumo anual y que alcanzan los 36 mil millones de metros cúbicos.

La demanda hídrica nacional llegó a 35.987 millones de metros cúbicos, siendo el sector agrícola el que más usa: 16.760,33 millones de m3, equivalentes al 46,6 % del total del volumen de agua que se utiliza en el país. El uso para generación de energía consume el 21,5 %, el sector pecuario con el 8,5 % y el uso doméstico con el 8,3 %.

Las cifras las dio a conocer el profesor Gabriel Guillot, de la Universidad Nacional, durante el curso internacional “Biodiversidad, conservación y ecología de sistemas fluviales: una mirada a los ríos de Colombia”.

Según el docente del Departamento de Biología, “pensar que esa riqueza no cuesta ni necesita preservarse es un error que quedó evidenciado en el Estudio Nacional del Agua de 2014, elaborado por el  Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam)”.

“La huella hídrica de la ganadería en Colombia es mucho más grande que la agrícola para una producción pecuaria mínima. De hecho, el 39 % del agua se usa en la producción principalmente de pastos”, aseguró Guillot durante la charla inaugural del evento que se adelanta en el marco de la conmemoración de los 50 años del Departamento de Biología de la U.N.

Además, señala el profesor, los colombianos no entienden los procesos ambientales y ecológicos, por lo que han asumido una posición despreocupada  y negligente: “la realidad es que la situación de los recursos hídricos en Colombia es preocupante y se agravan los procesos de fluctuación entre los períodos secos y húmedos en un mundo afectado por el calentamiento global”, manifestó.

Precisamente, en territorios despoblados las fluctuaciones de sequía y de inundaciones no tienen efectos, pero mientras persista más demanda de los recursos hídricos, habrá más perjudicados.

Así mismo, el área hidrográfica con mayor demanda de agua es la cuenca Magdalena–Cauca con 20.247,23 millones de m3 (el 67 % de todo el país), seguido en su orden por: Orinoco, Caribe, Pacífico y Amazonas.

Así pues, la distribución de todos los usos de agua por sectores económicos y uso doméstico se concentra en el área Magdalena–Cauca, a excepción del sector hidrocarburos que solo representa el 19,36 %. En contraste, el área con menor concentración de demanda de agua está en la Amazonia colombiana.

El experto también señaló que merecía la pena destacar que las áreas Magdalena–Cauca, Caribe y Pacífico concentran el 98 % del uso de agua en minería. El sector de hidrocarburos en el área Orinoco alcanza el 76,3 % y el agua demandada por la actividad acuícola se concentra nuevamente en el área Magdalena–Cauca.

El impacto

Durante su intervención, el biólogo Guillot destacó que cuando se eliminan los ecosistemas naturales se genera una presión en su balance, la presión en Colombia se canaliza a la producción agrícola pero mayoritariamente de pastos: “sí quitas bosques para poner pastos se reduce la disponibilidad de agua en esos ecosistemas que son los que proveen la sostenibilidad de todo”.

En los casos críticos esa presión gana y los sistemas naturales están al límite, a veces, incluso son inexistentes, ejemplo de esto son los ecosistemas como los bosques secos en el país que ya dejaron de existir, apenas sobreviven algunos pequeños bosques marginados que se volvieron parte de algún cultivo o pasto de ganadería.

Más aún, el estudio del Ideam evaluó la huella verde, gris y azul. “Esta resulta ser muy importante porque permite tomar conciencia de lo que hacemos, de lo que usamos y de la cantidad de agua que demandamos”, explicó el experto Guillot.

Es otras palabras, la huella gris se refiere a los vertimientos que van al sistema hídrico; la huella verde es el volumen de agua de precipitación que se evapora en el proceso productivo o se incorpora en un producto y se vuelve agua verde porque se utiliza para el crecimiento de los cultivos; y la huella azul se refiere a la apropiación humana de agua azul (ríos, lagos, acuíferos, etc.).

Por consiguiente, la huella hídrica azul está presente en el sector agrícola como riego y en todos los otros sectores como la parte del agua usada que no retorna a la cuenca, por lo que se considera no disponible para otro uso.

En ese sentido, la huella hídrica de los pastos de cultivo se estima en 2.176,93 millones de m3 y la huella hídrica verde se estima en 10.825,98 millones de m3. En los cultivos transitorios, aquel con mayor porcentaje de este índice es el arroz de riego, seguido de los cultivos de papa y maíz; el cultivo con menor huella es el de soya.

Sin embargo, el cultivo con mayor huella hídrica verde es el café, seguido por el de la caña de azúcar y el de la palma de aceite; el fenómeno de la siembra del grano se debe a su producción en ladera, práctica profundamente arraigada en la cultura de producción cafetera colombiana.