La campaña electoral se reanudó en israel después de una semana de mortíferos enfrentamientos con el Hamas en Gaza, con un sondeo que muestra un retroceso del partido de Benjamin Netanyahu, pero con una cómoda mayoría para la derecha en el poder.
Los preparativos de las legislativas anticipadas del 22 de enero se acelerarán el domingo, con las elecciones primarias en el Likud del primer ministro Netanyahu, en las que serán designados los candidatos a diputados de este partido de derecha.
La pregunta es el resultado que obtendrán los miembros del Likud apoyados por el lobby de los colonos, muy activo, que recientemente publicó una lista de sus candidatos favoritos en función de su oposición a la creación de un Estado palestino.
El Partido Laborista de Shelly Yacimovich, actualmente en la oposición, organizará también la semana próxima elecciones internas para designar a sus candidatos.
Por su lado, Tzipi Livni, ex ministra de Relaciones Exteriores y una de las fundadoras del partido centrista Kadima, anunciará la creación de su propia formación, también en el centro del espectro político, que se llamará "Partido de la responsabilidad nacional".
Pero la gran incógnita de las elecciones es el impacto que tendrá la campaña aérea "Pilar de Defensa", que durante ocho días bombardeó objetivos en la franja de Gaza, y que concluyó el miércoles por la noche con un alto el fuego sin que el gobierno de Netanyahu llegara a cumplir su amenaza de ofensiva terrestre.
Según un sondeo publicado este viernes por el diario Maariv, el 49% de los israelíes estima que el ejecutivo de Benjamin Netanyahu debería haber dejado al ejercito proseguir su operación militar contra el movimiento islamista Hamas, en el poder en Gaza.
Entre los decepcionados por el alto el fuego figura una importante franja de "likudnikim", los simpatizantes y adherentes del gran partido de la derecha israelí.
Benjamin Netanyahu ha intentado movilizar a sus votantes afirmando que comprendía su frustración, realzando no obstante el balance de los bombardeos en Gaza, que según él fue exitoso puesto que alcanzó "todos sus objetivos".
Pero según otro sondeo publicado este viernes, el mensaje del primer ministro no ha sido tan convincente.
La lista conjunta del Likud e Israel Beitenu, coalición formada por el partido de Netanyahu y el del ministro de Exteriores Avigdor Lieberman, obtendría 37 escaños, por debajo de los 43 que le daba una encuesta a fines de octubre. En el Parlamento actual, ambas formaciones suman 42 curules, de un total de 120.
Del lado de la oposición, el Partido Laborista obtendría 22 diputados, y el ultraortodoxo Shass 14. El partido Atzmaut, del ministro de Defensa Ehud Barak, tendría 4 asientos en la cámara.
En cambio, según el sondeo, Kadima, actualmente el primer partido en la Knesset con 28 diputados y principal fuerza opositora, se hundiría y no tendría más que dos diputados.
La situación podría cambiar con el nuevo partido de Tzipi Livni, que quitaría votos a Kadima y a los laboristas.
En cualquier caso, la coalición actual de gobierno --Likud, Israel Beitenu (ultranacionalista), religiosos ultraortodoxos y extrema derecha-- conservaría su posición dominante con 70 de los 120 escaños del Parlamento unicameral.