Campaña de ayuda para habitantes de calle | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Julio de 2014
Una destacada labor humanitaria que consiste en rescatar de las calles a jóvenes que padecen problemáticas de drogadicción y viven de la mendicidad bajo los puentes de la capital huilense, los policiales pertenecen a la Metropolitana de Neiva y son adscritos al Cuadrante 15, en los barrios Caracolí, Rojas Trujillo y Plazas Alcíd.
Desde hace 7 meses, los patrulleros Daniel Quintero Ramírez y Carlos Alexander Solano Durán, han generado espacios de acercamiento con los habitantes de la calle, brindándoles una oportunidad para lograr una transformación en sus vidas.
Contando con la colaboración de los Presidentes de las Juntas de Acción Comunal de los barrios Reynaldo Matiz, Plazas Alcíd y Rojas Trujillo, el líder de la Comuna 3 y los funcionarios de la Fundación Vivir con Sentidos, los miembros de la Policía Metropolitana de Neiva generaron espacios de acercamiento entre los habitantes de la calle y la comunidad, haciéndolos participes de jornadas de ornato y embellecimiento en estos sectores, para luego, gestionar un proceso de rehumanización de estas personas quienes se vieron aquejadas por el consumo de sustancias psicoactivas y han perdido el sentido de sus vidas, viviendo el rechazado de sus familias y la sociedad. 
 
Uno de los casos que más ha conmovido a los uniformados es el un joven de 34 años de edad conocido como “Bucaramanga”, quien por 15 años recorrió las calles de Neiva, durmiendo como se dice el mismo de manera coloquial “donde llegue la noche” y, quien se resistía a la idea de recibir la colaboración de los integrantes de la Policía Metropolitana para cambiar radicalmente su vida e ingresar a la Fundación Vivir con Sentidos.
 
Luego de tres meses de ingresar a las instalaciones de la Fundación, ubicadas en el kilómetro 6, vía San Antonio, oriente de Neiva, este hombre “Bucaramanga” se ha convertido en un ejemplo de superación para los nuevos pacientes, quienes buscan aceptar su problemática, aplicando un nuevo proyecto de vida armónico, con dignidad, que les permita hallar un nuevo sentido a sus vidas.