Con el objetivo de comprometer a las autoridades locales e informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos y consecuencias del delito de la trata de personas, el Ministerio del Interior y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), estarán hoy en Cali para presentar la campaña nacional “Con la Trata de Personas No hay Trato”.
La campaña estará en cinco ciudades durante 2013. Cada visita tendrá dos expresiones artísticas: instalación en espacios públicos de la exposición de maniquíes y presentación de la pieza de teatro documental “5 mujeres, un mismo trato”, bajo la dirección de Alejandra Borrero y Camilo Carvajal.
Esta obra muestra las vivencias de 5 mujeres colombianas que decidieron mostrarle al mundo sus historias con el fin de romper el silencio y visibilizar los impactos que la trata de personas generó en sus vidas. Las iniciativas cuentan con el apoyo de la Fundación Marcela Loaiza y la Corporación de Teatro Casa Ensamble.
Denuncias
Gracias a la campaña, en diciembre de 2012 la línea gratuita nacional contra este delito incrementó la recepción de llamadas en un 45,9 por ciento con respecto al mismo periodo de 2011.
Desde junio de 2011, el Gobierno Nacional puso a disposición esta línea que está en funcionamiento 24 horas al día y 7 días a la semana. Una herramienta que busca combatir y ofrecer ayuda a personas víctimas de este flagelo.
La línea recibe, de manera gratuita, llamadas nacionales e internacionales de teléfonos fijos o celulares y tiene el propósito de brindar información clara y precisa sobre el delito de Trata de Personas: sus modalidades, los factores de riesgo y los modos seguros de viajar entre ciudades de Colombia y hacia el exterior; así como de recibir información acerca de posibles casos de Trata.
Al finalizar el año 2012, la línea nacional reportó un total de 15.278 llamadas y en diciembre de ese mismo año registró un crecimiento del 83,14 por ciento en comparación con el mes de noviembre del mismo año.
Del total de las llamadas recibidas, el 78 por ciento fueron realizadas desde teléfonos celulares, el 11 por ciento desde Bogotá y el 11 por ciento restante desde diferentes lugares como: Cartagena, Barraquilla, Medellín y municipios cercanos a Bogotá.
Colombia es uno de los países de mayor origen de mujeres y niñas que caen en la explotación sexual y es tránsito y destino para hombres, mujeres y menores de edad sujetos a trabajo forzoso.
Por esta razón, la Campaña desarrolla y hace seguimiento a las cuatro modalidades de trata de personas más recurrentes: explotación sexual, laboral, matrimonio servil y mendicidad ajena.
Una vez se recibe la información de una presunta víctima de Trata de Personas a través de la Línea Gratuita, de manera inmediata, se remite a las entidades pertinentes como la Dijin, órgano de Policía Judicial, que procede a iniciar las verificaciones respectivas e investigaciones cuando amerite el caso.
La Campaña de prevención “Con la Trata de personas, No hay Trato”, en los meses de noviembre y diciembre del 2012 fue emitida en los principales medios de comunicación, lo cual permitió que los ciudadanos accedieran a ella para obtener información, hacer seguimiento o denunciar algún caso.
En este sentido, el Ministerio del Interior invita a toda la ciudadanía a continuar utilizando la Línea Gratuita contra la Trata de Personas, a nivel Nacional 01 8000 52 2020 y desde fuera del país (57)+1 6001035, como medio de prevención e información del delito de Trata de Personas.
¿Qué es?
La trata de personas es un crimen que puede afectar a todas las personas, pero especialmente a los niños.
La trata de personas ocurre cuando un niño, un adulto o un adolescente, son llevados lejos de su familia y hogar para realizar trabajos o actividades que no desean hacer, o por las cuales le pagan poco o nada y por lo tanto son explotados en beneficio de otra persona.
En la trata de personas el objeto de delito es un ser humano, un hombre, una mujer, un niño o un adolescente quienes al ser explotados comercialmente se le violan sus derechos y su dignidad que no tiene precio.
En el Código Penal colombiano se define a la trata de personas como: El que capte, traslade, acoja o reciba una persona, dentro del territorio nacional o hacia el exterior, con fines de explotación.
Captar: ganarse la voluntad de otra persona utilizando engaños o palabras bonitas para convencerlo.
Trasladar: es mover a una persona a otro sitio, puede ser cerca de su casa, a otra ciudad, a otro departamento o fuera del país.
Recibir: es hacerse cargo de la persona para luego trasladarla o engancharla
Acoger: es cuando a la persona se le tiene en un lugar permanentemente como su destino final para ponerla a hacer algo como si fuera una mercancía.
¿Qué es Explotación?
Es obtener provecho económico o cualquier otro beneficio de una persona por otra.
¿Con que fines se explota a una persona?
Explotación sexual o prostitución ajena. Trabajos forzados o prácticas similares a la esclavitud. Mendicidad ajena. Matrimonio servil.
Extracción ilegal de órganos. Turismo sexual.
¿Qué dice la Ley 985 de 2005?
Que el Estado tiene la obligación de prevenir la trata de personas, investigar y procesar a quienes la cometen y proteger y asistir a las víctimas de la misma.
Para cumplir con esto tiene que elaborar y desarrollar unas medidas como:
* Crear un Comité Interinstitucional de lucha contra la Trata de Personas, el cual lo conforman 14 entidades y la Secretaria Técnica la hace el Ministerio del Interior.
* Debe diseñar e implementar una Estrategia, la cual se llama estrategia nacional integral de lucha contra la trata de Personas 2007-2012.
* Adelantar campañas y programas de prevención de la trata de personas fundamentados en la protección de los derechos humanos.
* Proteger y asistir a las víctimas de la trata de personas garantizando la protección de su intimidad e identidad.
* Fortalecer la investigación judicial y la acción policiva, para atrapar y desmantelar las redes criminales de tratantes.
* Desarrollar un Sistema Nacional de Información sobre trata de personas para conocer cifras y datos importantes para formular políticas.
¿Cómo funciona?
La trata de personas debe enfrentarse como negocio ilícito internacional y no solo como un tema penal.
Esta es la conclusión principal de la investigación que realizaron Mónica Hurtado y Catherine Pereira, docentes de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana, para quienes actualmente “hay estrecha relación entre la oferta y la demanda en esta actividad criminal”.
Según cifras del Departamento de Estado de los Estados Unidos este delito produce ganancias anuales por cerca de 32.000 millones de dólares, pese a los esfuerzos realizados en las dos últimas décadas por algunos países y agencias multilaterales.
Para su estudio, Hurtado y Pereira, analizaron los expedientes judiciales de trata transnacional de personas con fines de explotación sexual, investigados por la justicia colombiana entre 2005 – 2011.
“De los 22 casos de trata tuvimos acceso a diez, por reserva del sumario. De estos identificamos 142 víctimas, de las cuales 42 estuvieron directamente vinculadas a los procesos judiciales, y las 100 restantes se mencionan en los testimonios. En relación con los tratantes, identificamos 44, incluidos explotadores e intermediarios. Y hasta el 2011 hubo ocho sentencias condenatorias en primera instancia”, señalaron las investigadoras.
En los casos estudiados en la investigación, la mayoría de las víctimas tuvo como lugares de destino Singapur, Hong Kong y Panamá. Sin embargo, hay evidencia de que en años recientes aparecen otros países de América Latina como receptores del negocio de trata de personas, entre los que figuran Guatemala, Argentina, Barbados y Trinidad y Tobago.
Negocio rentable
Según los expedientes analizados en este estudio una trabajadora sexual en Medellín, Cali, Pereira y Bogotá gana alrededor de 490 mil pesos colombianos; mientras que en Japón, Hong Kong o Singapur esta misma persona podría producir ingresos casi diez veces superiores realizando la misma actividad.
Otras cifras que arroja el estudio, revelan que diariamente en Singapur una víctima colombiana de trata con fines de explotación sexual gana un dinero que oscila entre 400 y 1.500 dólares, aproximadamente. Dinero que en su mayoría se queda en manos de los tratantes.
En relación con la información financiera de los expedientes estudiados en este informe, se estableció que hubo 62 transacciones documentadas en siete entidades financieras colombianas y en tres bancos extranjeros de siete países, de diferentes continentes.
Con base en esta documentación, se establecieron los costos y la rentabilidad del negocio, a la luz de las tres fases identificadas: reclutamiento, traslado y explotación. También se caracterizó la interacción entre los tratantes, intermediarios y víctimas.
“Para corroborar algunos datos y ampliar la información sobre esta dinámica económica, realizamos entrevistas a profundidad con funcionarios de la Policía Judicial, fiscales y jueces colombianos, a representantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). También tuvimos en cuenta la opinión de representantes de la sociedad como Las Hermanas Adoratrices, comunidad religiosa vinculada al trabajo con población vulnerable a la trata”, afirman Hurtado y Pereira.
De acuerdo con otros datos obtenidos en la investigación, en América Latina se está generando una dinámica particular que “favorece” este delito transnacional. Para los tratantes en esta región los riesgos de ser investigados penalmente son relativamente bajos; en Argentina, Guatemala y Honduras, por ejemplo, pueden mover sus capitales sin mayores amenazas. Además, se han identificado algunas zonas como “lugares de recreo”, a donde las víctimas de trata de personas son especialmente solicitadas.
Salvo pocas excepciones, la investigación concluye que todos los países de América Latina han ratificado el Protocolo de Palermo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños, y han desarrollado legislaciones al respecto. Sin embargo, este comercio ha seguido creciendo y diversificándose.
Delito transnacional
América Latina, y en particular Colombia, han sido los lugares de origen de víctimas, cuyos destinos son países desarrollados. Entre el 2003 y el 2005, Japón y España fueron dos de los principales centros de recepción de colombianas, y, entre el 2007 y el 2009, Hong Kong y Singapur se convirtieron en los destinos más frecuentes.
No obstante, desde el 2010, las investigaciones judiciales adelantadas en el país que se analizaron en la investigación registraron un cambio importante, que indica que los centros a donde están llegando las víctimas no son solo países desarrollados.
En Suramérica las redes de traficantes están trabajando en la identificación de ‘nichos de mercado’ en la región, que posean al menos tres ventajas: donde los riesgos de ser investigados penalmente sean bajos (Argentina se ha convertido en paraíso fiscal, pues allí estos grupos pueden mantener tranquilamente sus capitales); donde haya demanda con la capacidad de pagar lo que cobren por distintos servicios sexuales, especialmente en zonas que se han convertido en lugares de ‘recreo’ de narcotraficantes (esto sucede generalmente en Panamá); y, donde los tratantes puedan reducir costos logísticos y de transporte, y obtener altas ganancias.
Soluciones
Para ambas investigadoras, si no se enfrenta este flagelo desde su dimensión de negocio internacional, la trata de personas seguirá aumentando. “Este delito debe enfrentarse local y globalmente desde lo financiero y lo económico, y no sólo desde lo penal; entre otras razones, porque es una manera de golpear a los tratantes dondequiera que estén”, señalan.
Igualmente, sostienen que aunque se mejoren los tratados y las legislaciones internas para proteger los derechos de las víctimas y castigar a los tratantes, el negocio seguirá funcionando sin mayores problemas, en la medida que siga siendo un mercado rentable.