Cameron trata de apagar el "incendio" Conservador | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Marzo de 2016

El primer ministro británico, David Cameron, trató de poner fin a la guerra civil en su Partido Conservador tras la dimisión de un ministro que criticó los recortes sociales, una pugna a la que no es ajena el referéndum sobre la UE.

 

Cameron compareció en el Parlamento y anunció que retiraba la reducción de ayudas sociales a los discapacitados que provocaron la dimisión del ministro de Trabajo, Iain Duncan Smith, que dejó para el recuerdo una carta de renuncia incendiaria acusando al responsable de Finanzas, George Osborne, de haber cargado la austeridad sobre las espaldas de los más desfavorecidos.

"Sobre la discapacidad, les digo que no continuaremos con los cambios que se plantearon" en el nuevo presupuesto, dijo Cameron en el Parlamento.

El primer ministro, que acude al Parlamento después de cada cumbre europea, anunció así la retirada del plan para reducir 1.300 millones de libras (1.200 millones de euros, 1.400 millones de dólares) anuales en ayudas a los discapacitados, que causaron indignación en amplios sectores, incluyendo una parte de los diputados conservadores.

 

La oposición laborista lamentó que Osborne no acudiera a la sesión -"¿dónde está el ministro de Finanzas?", se preguntó el líder Jeremy Corbyn-, y reclamó la retirada del "caótico presupuesto" del que formaban parte las medidas.

Cameron insistió en que su gobierno es "compasivo" y que "seguirá concediendo la mayor prioridad a mejorar las oportunidades de los más pobres".

 

El nuevo ministro de Trabajo y Pensiones, Stephen Crabb, confirmó la retirada de la medida en su primera intervención en el Parlamento desde que sustituyó a Duncan Smith, y esbozó una disculpa: "detrás de cada estadística hay un ser humano, y a veces los políticos olvidamos eso".

Crabb dijo que no habrá más recortes en las ayudas sociales.

 

- Europa de trasfondo -

La renuncia de Duncan Smith sorprendió a todo el mundo —Cameron se dijo "perplejo y decepcionado", y según algunos medios llegó a insultar a su ministro en una airada conversación telefónica—, porque Duncan Smith, conocido en Wesminster como "el hombre tranquilo", era considerado el gran adalid de los recortes, y la primera reacción del Partido Laborista fue pronosticar "que no habrá muchas lágrimas por él".

Duncan Smith era el fusible que protegía a Cameron y Osborne, y su dimisión ha sido comparada a la de Geoffrey Howe, un estrecho colaborador de Margaret Thatcher cuya renuncia en 1990 precipitó la caída de la Dama de Hierro.

 

De hecho, los laboristas y los nacionalistas escoceses han reclamado a Osborne que siga el ejemplo de su compañero.

Pero al margen del impacto que la crisis tenga en la carrera del ministro de Finanzas, que ambiciona suceder a Cameron, se sentirá sobre todo en el referéndum sobre la Unión Europea. 

Desde que se anunció la convocatoria del referéndum del 23 de junio, el partido se ha dividido entre los partidarios de la permanencia en el bloque y los detractores, a diferencia del Partido Laborista, (casi) unánimente favorable a permanecer.

"Aunque las divisiones sobre Europa no fueron la causa inmediata de la dimisión, crearon indudablemente las condiciones para la misma", sostenía este lunes el diario The Guardian en un editorial.

Osborne y Cameron defienden seguir en la UE, y Duncan Smith salir. Ahora podrá hacer campaña abiertamente junto al alcalde de Londres, otro conservador, Boris Johnson.

"Uno de los principales activos de la campaña proeuropea es la autoridad que Cameron aporta como primer ministro y el papel de Osborne defendiendo los argumentos económicos para quedarse" en la UE", recordó el Financial Times en su editorial de este lunes.

Michael Howard, antiguo líder conservador, pidió calma a sus colegas, en una entrevista en BBC Radio: "El 24 de junio tenemos que estar juntos de nuevo porque tendremos que seguir gobernando este país al menos en los cuatro años siguientes. Es algo que debemos tener muy presente, y calmarnos".