El primer ministro británico David Cameron, cuyo país ejerce la presidencia del G8 en 2013, llamó a los dirigentes de las ocho potencias más ricas a adoptar "medidas audaces" capaces de "hacer una diferencia perceptible" destinadas a relanzar la economía.
"Es evidente que en 2013 el mundo seguirá afrontando la incertidumbre económica", escribe Cameron en una carta dirigida a los líderes de los países del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia).
"Como dirigentes de los ocho países que representan cerca de la mitad del PIB (Producto Interno Bruto) del mundo, los criterios ambientales que nos fijamos y las medidas audaces que emprendemos al trabajar juntos en el G8 pueden marcar una diferencia perceptible capaz de dinamizar la economía", agregó.
"Espero" que la cumbre del G8 prevista el 17 y 18 de junio en Irlanda del Norte "será una oportunidad" en ese sentido, agregó, recordando que "para lograrlo, se necesita una fuerte voluntad política y meses de trabajo".
"Este G8 no será el tipo de cumbre donde podremos sacar un cheque del sombrero a último minuto, comprometernos a pagar y hablar de que fue un éxito. Estamos hablando de cambios a largo plazo en nuestros países y de las reglas que rigen la relación entre ellos (...) El éxito dependerá de nuestra capacidad para discutir desde ya esos cambios".
La cumbre estará dedicada a tres temas principales: la lucha contra el proteccionismo, contra la evasión fiscal y la promoción de la transparencia en la acción de gobiernos y empresas, destaca Cameron.
El primer ministro británico espera que el G8 asegure un papel de liderazgo capaz de facilitar acuerdos comerciales.
También estima que el grupo del G8 tiene el poder "de galvanizar una acción internacional" para luchar contra la evasión fiscal y el lavado de dinero, compartiendo informaciones y examinando criterios internacionales para ver si deben ser fortalecidos.