El primer ministro David Cameron prometió el jueves luchar "muy duro" para lograr un acuerdo que satisfaga las demandas de recortes del Reino Unido y para defender los beneficios de que goza el país, antes del inicio de la cumbre sobre el presupuesto plurianual de la Unión Europea.
"Voy a negociar muy duro para obtener un buen acuerdo para el contribuyente británico y para mantener el cheque británico", declaró Cameron a su llegada a Bruselas refiriéndose al descuento negociado por la ex primera ministra Margaret Thatcher en 1984 para compensar al Reino Unido por las subvenciones agrarias que reciben otros países del bloque de igual tamaño.
"En momentos en que estamos tomando decisiones difíciles en casa sobre el gasto público es un gran error hacer propuestas para aumentar el gasto en la UE", agregó el líder conservador británico, que tiene un mandato de su parlamento para obtener recortes en el presupuesto 2014-2020 para reflejar la coyuntura económica actual.
Cameron fue el primero en reunirse esta mañana, durante alrededor de media hora con el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, que defienden propuestas alejadas.
Van Rompuy, que lleva semanas tratando de lograr un consenso que se anuncia arduo, debe presentar en la cena de apertura de la cumbre una nueva propuesta de presupuesto con un techo de 973 millones de euros, comparado con los 993 millones del presupuesto actual (2007-2013), que equivaldría a alrededor del 1% del PIB del conjunto de los 27 países que conforman el bloque.
El gobierno considera la nueva propuesta "un paso en la buena dirección" pero cree que no llega "suficientemente lejos", según un portavoz de Downing Street.
Esta propuesta recorta principalmente el gasto en las partidas de cohesión y de agricultura, dos de los temas sensibles para los países que más ayuda reciben y para Francia, que es contribuyente neto pero también el principal beneficiario de la Política Agrícola Común (PAC).
Pero al recortar la agricultura, podría reducirse el monto del llamado "cheque británico", que el gobierno de Cameron considera "plenamente justificado". En 2011, esta rebaja se elevó a 3.600 millones de euros, para una contribución neta final de 7.300 millones de euros.
Cameron agita desde hace semanas la amenaza de un veto si no logra por lo menos una congelación en términos reales —es decir un aumento limitado únicamente a la inflación— con respecto al presupuesto 2007-2013.
Pero el ala más antieuropea de su partido, alentada por el creciente euroescepticismo de la población votó, con el respaldo de la oposición laborista, una moción en la Cámara de los Comunes para que exigiera más en momentos en que los británicos deben apretarse el cinturón debido a un severo plan de austeridad para recortar el déficit nacional.
Aunque Cameron es el que parece tener más exigencias en esta cumbre, otros ocho países del bloque, todos ellos contribuyentes netos, defienden algún tipo recortes, ante una mayoría de naciones del centro, del este y del sur de Europa que no quieren perder las ayudas que reciben.
Estos ven con mucho mejores ojos la propuesta de la Comisión Europea presidida por Barroso, que también se debatirá en la cumbre y que prevé un gasto de 1,047 millones de euros dedicado esencialmente al crecimiento y el empleo.
"Escucho el debate preparatorio y todo el debate se centra en la forma de reducir. No se habla de la calidad de la inversión, es cortar, cortar, cortar", dijo Barroso el miércoles en el parlamento europeo. "El presupuesto de la Unión debe ser verdaderamente un presupuesto de apoyo a nuestra agenda de crecimiento".
AFP