Cameron debate de desregulación en la UE | El Nuevo Siglo
Viernes, 25 de Octubre de 2013

El primer ministro británico, David Cameron, reunió a una decena de dirigentes europeos que asistieron a la cumbre de Bruselas para invitarles a "recortar el peso burocrático" y a renunciar a regular el gas de esquisto.

 

El proyecto que defiende Cameron tiene como objetivo mejorar la competitividad de las empresas europeas, pero los diplomáticos temen que vulnere la normativa medioambiental o laboral.

 

En la reunión participaron entre otros, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, o el italiano Enrico Letta. El francés François Hollande no participó.

"Queremos examinar qué podemos hacer para desregular, para ayudar a las empresas a ser competitivas y a tener éxito", dijo Cameron en la apertura del encuentro.

Esta iniciativa no es política, dijo, al destacar que la apoyan tanto mandatarios de "de izquierda como de derecha".

 

El proyecto que defiende Cameron, titulado "Cut EU red tape" (Reducir la carga burocrática de la UE" preconiza sobre todo "velar por que las leyes sobre la protección de datos no generen costes desmesurados para las empresas" o se "abstengan de presentar propuestas legislativas para el gas de esquisto".

El texto propone también "abandonar las nuevas propuestas costosas sobre las evaluaciones de impacto medioambientales", no limitar el tiempo de trabajo, y "retirar las propuestas sobre acceso a la justicia en materia de medio ambiente".

Cameron recupera y amplía propuestas presentadas a principios de mes por la Comisión Europea para aligerar la legislación de la UE.

 

Barroso explicó entonces que la Unión Europea debe "estar muy visible en los grandes asuntos (y) más discreta en los de menor importancia".

El texto, adoptado al término de la cumbre por el conjunto de los dirigentes europeos no va tan lejos como pretendía Cameron.

Subraya en particular, que "la regulación es necesaria a nivel europeo para garantizar la obtención de los objetivos políticos de la UE, incluido el buen funcionamiento del mercado único".

 

El documento también insiste en que "siempre hay que tener en cuenta la necesidad de una protección adecuada de los consumidores, de la salud, del medio ambiente y de los trabajadores".