Los líderes mundiales se comprometieron ayer en Nueva York a redoblar sus esfuerzos para frenar la "creciente" amenaza del calentamiento global, en una cumbre sobre clima organizada por la ONU en la que hubo pocos resultados concretos.
"Hay una cuestión que marcará este siglo de manera más espectacular que todas las otras: se trata de la amenaza urgente y creciente del cambio climático", dijo el presidente estadounidense Barack Obama en este encuentro que convocó a unos 120 jefes de Estados y gobierno en la sede de Naciones Unidas.
En vísperas de la apertura de la Asamblea General de la ONU, que será hoy, Obama instó a alcanzar un acuerdo mundial "ambicioso" en las negociaciones previstas para diciembre de 2015 en París, y admitió que su país y China tienen una "responsabilidad especial" por ser "las dos economías más grandes y emisoras" de dióxido de carbono.
La ONU quiere limitar el calentamiento global a dos grados centígrados respecto a la época preindustrial, pero muchos científicos afirman que, vistos los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán aumentado al final del siglo XXI en más de cuatro grados.
Al final de la jornada, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció que los Estados miembros se comprometieron a aportar 2.300 millones de dólares para su Fondo Verde para el clima, creado en la cumbre de Copenhague en 2009 para enfrentar las consecuencias del calentamiento global.
"Hoy fue un día histórico. Nunca antes tantos líderes se dieron cita" para una cumbre sobre el clima, indicó Ban, destacando el "fuerte compromiso" para lograr un acuerdo a finales del año próximo.
Francia fue uno de los pocos actores en formular un anuncio fuerte: una contribución de 1.000 millones de dólares al Fondo Verde.
Alemania ya había anunciado anteriormente un aporte similar, que fue incorporado en el recuento hecho por Ban. Corea del Sur y Suiza ofrecieron 100 millones de dólares cada uno, Dinamarca 70 millones, Noruega 33 millones y México 10, de acuerdo con la ONG Oxfam.
El monto está muy lejos de los 10.000 millones pretendidos por la ONU para fin de año.
Activistas veían esta reunión como un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global. El domingo, unas 600.000 personas se movilizaron en varias ciudades del mundo, con una histórica marcha en Nueva York que reunió a 310.000 manifestantes según los organizadores.
"Podemos hacer historia o ser vilipendiados. Ahora es nuestro momento de actuar", sostuvo ante el plenario el actor Leonardo Di Caprio, designado por la ONU como mensajero de la paz contra el cambio climático y que participó en la manifestación neoyorquina.
América Latina mira al Norte
Del lado de América Latina, los presidentes que intervinieron defendieron el accionar de la región y exigieron a los países industrializados del norte cumplir con sus responsabilidades históricas.
"Brasil no anuncia promesas sino que muestra resultados. Hemos reducido la pobreza y hemos protegido el medio ambiente", dijo la brasileña Dilma Rousseff, precisando que en su país "la deforestación se ha reducido en un 79 por ciento", y que está cumpliendo con el compromiso de reducir las emisiones de dióxido de carbono entre "36 y 39 por ciento" para 2020.
Rousseff se refirió a la acumulación de desastres naturales en los últimos años, adjudicada por la mayoría de los expertos al cambio climático, y recordó que afectan mayormente a los pobres.
"En un mundo de injusticia ambiental los pobres son los más vulnerables", indicó, pidiendo acciones para paliar esa situación, como un mejor acceso a servicios públicos, agua potable y salud.
El presidente venezolano Nicolás Maduro acusó a las "potencias contaminadoras" de querer aprovechar el calentamiento global, del cual a su entender son responsables para hacer aplicar su fórmula capitalista y hacer negocios.
A su turno, el boliviano Evo Morales, que habló en nombre del Grupo de los 77 y China que preside su país, manifestó las "dudas sobre la sinceridad y credibilidad" de algunas de las naciones del Norte, por ejemplo aquellas que no ratificaron o abandonaron el Protocolo de Kioto, como Estados Unidos y Canadá.
Próxima escala: Lima
La batalla para llegar a un acuerdo internacional se encuentra lejos de estar ganada.
China e India, que son junto con Estados Unidos los emisores más importantes de gases de efecto invernadero, estuvieron representados por un viceprimer ministro, Zhang Gaoli, en el caso del primero, y un ministro de Ecología, el segundo.
Pekín y Nueva Delhi se resisten a reducir sus emisiones porque no quieren desacelerar su crecimiento, e insisten para que las naciones más industrializadas paguen la mayor parte de la factura.
"China está dispuesta a trabajar con otros para construir un futuro mejor", manifestó sobriamente Zhang.
Las primeras reacciones de las organizaciones medioambientales luego de la cumbre eran muy medidas.
"Saludamos los compromisos asumidos por Francia y otros pero son largamente insuficientes", comentó ActionAid USA.
Para Greenpeace, el anuncio es "una señal importante para los países más vulnerables" pero los detalles siguen "ambiguos".
Los ojos del mundo estarán puestos ahora en Perú, que en diciembre próximo organizará la siguiente conferencia negociadora de la ONU sobre clima, en la que el presidente Ollanta Humala espera se sienten "las bases amplias y balanceadas del acuerdo universal vinculante" en París./AFP