“El departamento goza de salud agrícola. Los campesinos no quieren parar, quieren ser escuchados. Y nosotros dotamos de herramientas para que el campesino nuestro entre en la nueva era del posconflicto con una agricultura viable”.
Así lo aseguró Álvaro Cruz, gobernador de Cundinamarca, durante el foro de desarrollo agropecuario titulado El rol del nivel intermedio del Gobierno, realizado por la Federación Nacional de Departamentos (FND) en el que Cundinamarca brilló por ser un caso exitoso en el modelo agrícola.
Cruz mostró las granjas experimentales que tanto bienestar ha traído a sus pobladores y que hoy son de tipo exportación y afirmó que “cambiamos paros, por trabajo exitoso en el campo”.
La finca piloto experimental de mayor relevancia, ubicada en el municipio de Pasca, es una muestra de que la agricultura se puede tecnificar para generar mejores dividendos. Dejando de un lado fungicidas y sacando provecho a desechos naturales, optimizan procesos para disminuir costos y aumentar las ganancias, así generan una agricultura auto-sostenible.
El departamento ya cuenta con nueve fincas que buscan ser centros de aprendizaje y de aprehensión de procesos para que el campesino los replique en sus fincas siendo una forma de capacitar y acompañar al campesino. Al respecto Constanza Ramos, secretaria de agricultura de Cundinamarca, señaló que “todas las cadenas productivas del departamento han sido atendidas ya sea cafeteros, paneleros o lecheros, se les ha dado renovación en su forma de producción sumando más de 10.000 familias beneficiadas”.
Para la FND el modelo cundinarmarqués tiene gran valor para el país, eso se demuestra que ocho de los diez proyectos agrícolas exitosos invitados al foro son oriundos de la región. “Cundinamarca es un ejemplo nacional, desde las regiones hoy se demuestra que sí es posible avanzar en materia agropecuaria”, concluyó Germán Chica, director ejecutivo de la Federación.
Así mismo, el gerente de Corabastos, Mauricio Parra, quién acompañó el recorrido, agregó que una valiosa oportunidad para “seguir incentivando el trabajo de asociatividad y de alianzas, como una estrategia que logra criterios de unidad, calidad y éxito de los productos del agro de Colombia”. A pesar de los buenos resultados, el modelo de Cundinamarca debe mejorar en su proceso de comercialización. “Aún existe una falta de comunicación entre los eslabones que llevan el producto del campo a la mesa. La comercialización, al ser el último, es quien carga con los errores de las etapas antiguas”, concluyó Parra.