Las autoridades californianas comenzaron a controlar el incendio más agresivo de los 23 que arden en todo el estado, gracias a la bajada de las temperaturas y el aumento de la humedad. 

Los bomberos lograron ganar terreno a las llamas y contener en un 20% el "Rocky fire" (fuego de Rocky), que ya ha calcinado más de 27.600 hectáreas, según el último parte oficial.

El departamento forestal y de incendios de California, CalFire, volvió a aumentar el número de personal desplazado en las zonas afectadas de los condados de Colusa, Lake y Yolo, al norte de Sacramento, la capital estatal.

Un total de 3.483 operarios luchan por extinguir el incendio.

El "Rocky fire" mantiene evacuadas a 13.000 personas. Desde que comenzó a arder el 29 de julio ha destruido 39 casas y 52 edificaciones. 

Otras 7.000 estructuras están amenazadas de ser engullidas por la bola de fuego.

California tiene movilizados por otro lado a 7.000 bomberos más para contener los otros 22 incendios activos. 

La mayoría comenzó tras la lluvia de relámpagos que cayó la semana pasada en el estado. La sequía que vive desde hace cuatro años esta región del oeste de Estados Unidos ha favorecido además la proliferación de las llamas y su descontrol.

Las autoridades esperan que las condiciones meteorológicas se recrudezcan en los próximos días, principalmente con una subida de las temperaturas.

La gravedad de la situación y la muerte de un bombero el jueves obligó al gobernador Jerry Brown a declarar el estado de emergencia la semana pasada para disponer de todo el presupuesto y material necesario.