Luis Ernesto Gómez, viceministro del Interior, se puso, literalmente, el delantal y decidió ingresar al Campamento por la Paz que se instaló en la Plaza de Bolívar, a cocinarles a más de 300 personas que se encontraban allí. Lo hizo en reconocimiento y apoyo a esa expresión ciudadana que busca un “acuerdo ya” de paz. Hubo menú para todos los gustos. El típico asado colombiano para los amantes de las carnes y pimentones gratinados con champiñones asados, para los vegetarianos. Al final de la jornada respondió algunas inquietudes sobre el acuerdo de paz que surgieron de estos ciudadanos, quienes llevan 25 días acampando en este lugar. Víctimas del conflicto, ex soldados, jóvenes profesionales, pensionados, comunidades afrocolombianas, indígenas, LGBTI y hasta el recordado profesor Moncayo disfrutaron de la cena, a la que tuvieron derecho a repetir. El encuentro terminó con guitarra en mano y la entonación del Himno por la Paz, compuesto por ellos mismos.
Reunión de Galindo con Carrillo
El registrador nacional Juan Carlos Galindo, en el Consejo Electoral en pleno, invitó a una reunión al procurador electo Fernando Carrillo. Trabajaron durante la mañana de ayer en temas como campañas políticas y financiación, y concluyeron que debía reforzarse la función electoral y de vigilancia del organismo. Se determinó que en los próximos días se reunirán para seguir analizando otros temas.
La preocupación por la tecnología
Un llamado a las autoridades locales y regionales, así como a las universidades del departamento de Nariño hizo el senador Manuel Enriques Rosero para que presenten proyectos y propuestas que permitan acceder al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, que cuenta con más de 1,5 billones de saldo y que en este periodo no ha sido prácticamente tocado. “Esta fue una propuesta que incluimos en la reforma constitucional a las regalías en el primer debate en la Comisión Primera del Senado, para que el 10 % de las regalías se destinara a ciencia, tecnología e innovación”, dijo el congresista
Jóvenes en el Congreso
Una de las consecuencias del triunfo del No en el plebiscito es el despertar del movimiento estudiantil universitario en Colombia, hecho que no se veía desde el intento que hizo el Gobierno por reformar el sistema de educación en nuestro país, proyecto que no gustó en la juventud colombiana, que hizo sentir su voz. Esa acción hizo reversar la reforma que ya había entrado a discusión en el legislativo. En esta ocasión jóvenes estudiantes de diferentes universidades se han unido para pedir que los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las Farc. Un grupo de jóvenes estuvo en el Congreso, haciendo esta petición para destrabar los acuerdos con la guerrilla denegados en el plebiscito del 2 de octubre pasado.