Abolir la ONU
“Lo que hay que abolir es a la ONU”, trinó la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, en respuesta a un tuit de su colega y copartidario Carlos Felipe Mejía: “No es chiste: Cuba uno de los países más represivos del mundo, sin mencionar que protege a narcoterroristas, va camino a ser electo como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde precisamente se investigan abusos. ¿Qué tal esta desfachatez?”.
Bonos en Popayán
En una entrevista el alcalde de Popayán, Juan Carlos López, sacó pecho por una estrategia que implementa en la capital del Cauca: “Más de 15.000 bonos se han redimido por las personas beneficiarias en los almacenes D1. Es un nuevo esquema donde la gente selecciona lo que quiere consumir. Nos ha dado buen resultado y ha sido un proceso muy transparente”.
Abasto riesgoso
Y a propósito de mandatarios, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, comentó en sus redes sociales que “muchos casos en municipios que hasta hace pocos días eran no Covid-19 provienen de campesinos que con esfuerzo, cariño y dedicación han ido a Corabastos. Insistimos en nuestra propuesta de descentralización para protegerlos a ellos, a sus familias y a los consumidores”.
Presencia virtual
El senador Armando Benedetti, de La U, se burló de los representantes que la semana pasada fueron al Salón Elíptico, como lo publicó EL NUEVO SIGLO. “¿Ustedes vieron que los que piden sesión presencial y fueron al Congreso lo primero que hicieron fue conectarse a Zoom, hacer un live o utilizar las redes? Contradicciones. Aclaro que prefiero sesionar presencialmente”.
¿Y Mocoa?
El senador Alberto Castilla, del Polo Democrático, trinó ayer señalando que Mocoa, tres años después de la avalancha, sigue esperando que se cumplan las promesas del Gobierno de entonces. Por ejemplo, “se prometieron 1.200 casas, se han construido 300, las cuales ya presentan problemas de alcantarillado, y estas fueron demandadas por la JAC pues se pagó $1.800 millones por tres hectáreas en una zona donde la hectárea más costosa cuesta $250 millones”.