Los pactos por el emprendimiento y el crecimiento económico que lidera la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, y en los que viene trabajando en las últimas semanas, buscan que los sectores y subsectores de la producción asuman compromisos para aumentar la inversión, la producción, las exportaciones y los empleos. Junto a los ministros de Comercio Exterior, Agricultura, Transporte y TIC, la directora de Planeación Nacional y la consejera para la Competitividad, se viene trabajando y oyendo a cada una de los gremios en búsqueda de soluciones que hagan de Colombia un país más competitivo, más productivo y con crecimiento económico, informó la Vicepresidencia.

Meta: economía creciendo al 4,5%

La vicepresidenta Ramírez dijo que Colombia tiene un potencial grande y por eso se tiene que poner a crecer la economía del país al 4,5%, “que todos los empresarios le hagan una apuesta mayor a Colombia y logremos más empleos. Lo que más le preocupa al presidente Iván Duque es que haya más empleo para los colombianos y aquí estamos trabajando con los gremios en hacer unos pactos que el Presidente va a firmar con cada uno de los sectores de la producción, con los textileros, confeccionistas, productores de proteína animal, productores de software, la industria aeronáutica, entre otros”.

Asbesto, prohibición histórica: Greenpeace

Luego de la aprobación en el Congreso y la promulgación ayer por parte del presidente Iván Duque de la ley Ana Cecilia Niño, que prohíbe el uso de asbesto en todo el territorio nacional a partir del 1 de enero de 2021, la organización ambientalista Greenpeace celebró la noticia. “Ayer se terminó de hacer historia”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia. “Finalmente, Colombia dejó de pertenecer al pequeño grupo de países que no había prohibido el asbesto para pasar a ponerse del lado de la salud de todos los colombianos”, agregó. La norma sancionada prohíbe la explotación, producción, comercialización, importación, distribución y exportación de cualquier variedad de este mineral. Greenpeace destacó el poder ciudadano y la presión pública, fuerzas que lograron que, luego de que el proyecto se hundiera siete veces, finalmente se convierta en ley.