El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que la guerra civil en Siria está amenazando la paz mundial y condenó la retórica belicista entre Irán e Israel, al abrir este martes los debates de la 67ª Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
En sus palabras, que marcaron la apertura de la cita que reúne a unos 120 jefes de Estado y cancilleres, Ban pidió medidas del Consejo de Seguridad de la ONU para frenar la guerra civil en Siria, un conflicto de año y medio que ha dejado unos 29.000 muertos, según activistas sirios.
"Es una calamidad regional con ramificaciones globales", dijo Ban, agregando que el presidente Bashar al Asad estaba perpetrando "brutales" abusos de los derechos humanos.
"La comunidad internacional no debe mirar hacia otro lado cuando la violencia se vuelve fuera de control", afirmó Ban.
"Insto a la comunidad internacional, especialmente a los miembros del Consejo de Seguridad y los países en la región, a apoyar de manera sólida y concreta los esfuerzos" del enviado en Siria de la ONU y la Liga Arabe, Lakhdar Brahimi, agregó.
"Debemos detener la violencia y el flujo de armas hacia ambos bandos y poner en marcha tan pronto como sea posible una transición liderada por sirios", continuó Ban.
En una reunión con el Consejo de Seguridad el lunes, Brahimi calificó la situación en Siria de "extremadamente grave", estimando que empeoraba cada día.
Los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no logran ponerse de acuerdo para tomar medidas concretas para frenar el conflicto a raíz del bloqueo de Rusia y China, que tienen derecho de veto en el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
La guerra en Siria ha centrado la atención de la 67ª Asamblea General de Naciones Unidas, donde además están en primer plano la violencia de las últimas semanas en el mundo árabe por un filme islamófobo y la cuestión nuclear iraní, a la cual se refirió el secretario general del organismo mundial.
Ante la agitada retórica entre Israel e Irán, Ban dijo que rechazaba "las amenazas de una potencial acción militar de un Estado contra otro", ya que "cualquier ataque sería devastador".
"La estridente retórica de guerra de las últimas semanas ha sido alarmante y debe reafirmarnos la necesidad de soluciones pacíficas", indicó.
"Los dirigentes tienen la responsabilidad de bajar la voz y reducir las tensiones", aseveró, al agregar que "Irán debe probar la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa" nuclear.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien se encuentra en Nueva York, ha minimizado la posibilidad de un ataque de Israel contra sus instalaciones nucleares.
Irán niega las acusaciones de las potencias occidentales de que su programa nuclear busque conseguir un arma atómica.