Al aducir incumplimientos por parte del Gobierno Nacional algunos caficultores analizarían la posibilidad de ir a un nuevo cese de actividades, por lo que el próximo 27 de enero se reunirán nuevamente para evaluar los avances.
Uno de los principales temas a estudiar es el Programa de Ingreso del Caficultor (PIC) que, al parecer, no ha reflejado los desembolsos prometidos por el Estado, tal como lo asegura un grupo de caficultores del Quindío.
Situación que contrasta con lo informado por la Federación Nacional de Cafeteros, que el pasado 8 de enero divulgó que como resultado de la inversión en renovación de cafetales de los últimos cinco años, “el parque cafetero colombiano está cada vez más joven y tecnificado, lo que se traduce en una curva ascendente del número de sacos producidos por hectárea, indicador líder de productividad”.
Es así como al cierre del 2013 “Colombia tenía 772.000 hectáreas de más de dos años, es decir, en edad productiva, que generaron un rendimiento en promedio de 14,1 sacos de café verde (60 kilos), cifra que se compara con los 11,1 sacos por hectárea productiva del año 2012”.
Vale la pena recordar que a raíz de la llamada ola invernal, “Colombia inició un proceso de reconversión productiva de las plantaciones de café que ha implicado la renovación de más de 2.800 millones de árboles desde el año 2008, lo que significó una reducción de la edad promedio de los cafetales de más de 12 a 8 años, cifra más cercana al óptimo de los ciclos productivos del café”.
Paralelamente la densidad de las plantaciones aumentó en 8 por ciento, optimizando así el uso de las fincas por parte de los productores grandes y pequeños.
Desde la perspectiva de la sanidad vegetal, la infección por roya se redujo del 33 por ciento al 4 por ciento y la infestación de broca del 8 por ciento al 2 por ciento. Así mismo, la proporción de cafetales resistentes a la roya y mejor preparados para el cambio climático se dobló, subiendo del 30 por ciento al 60 por ciento del total de las plantaciones.
Al respecto, el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, reiteró que “en ningún momento ese beneficio se paró y no se va a parar. Quiero decirle a los alcaldes que se ha venido trabajando en solución con Finagro, que ya está dada”.
Sus palabras hicieron referencia a las críticas del alcalde de San Eduardo, Óscar Hernando Parra, quien indicó que “curiosamente una semana después de una reunión en Bogotá con el ministro, nos llegó una carta, por debajo de la puerta en la que nos decían que desafortunadamente el programa no iba más aduciendo el incumplimiento de algunos alcaldes y la falta de algunos documentos como los antecedentes judiciales”.
Por su parte William Salcedo, el jefe técnico de zona en el norte de Boyacá, anotó que “lo que se propone es un plantón de campesinos para cuestionar la continuidad del programa que ofrece médicos veterinarios, zootecnistas e ingenieros agrónomos que se encargan de prestar la asistencia técnica a los campesinos”.