Café: el gran demonio es la revaluación | El Nuevo Siglo
Domingo, 3 de Agosto de 2014

Gustavo Veloza Posada

Periodista El Nuevo Siglo

 

 

Luego desuperar vientos y tempestades durante mucho tiempo por la situación coyuntural de la caficultura dada la caída de la producción, los malos precios, las renovaciones y los subsidios de los productores, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, navega en aguas mansas.

Con un segundo aire al frente de uno de los sectores clave para la economía colombiana, Muñoz, con su calma caucana, también sabe que cada día trae su afán. En medio de este panorama, donde el sector muestra una notable recuperación en su producción de casi 11,5 millones de sacos y con una renovación del cultivo de 567 mil hectáreas de un total de 700  mil, pero con 3.000 millones de árboles sembrados con variedades más rendidoras y más resistentes a las enfermedades, el gerente está enfrascado en adelantar con éxito las elecciones cafeteras del 6 y 7 de septiembre de este año y donde participarán 375 mil cafeteros para llenar 4.482 cargos de representación en los comités municipales, departamentales y directivos. Para estos cargos se han inscrito 15.850 candidatos.

Aunque el sector ya tiene un panorama más despejado, hay algunos nubarrones como las exportaciones del grano y lo que se percibe de las ventas que este año han tenido que enfrentar los vaivenes de la tasa de cambio. Muñoz dice que el gran demonio de la caficultura es la revaluación, ya que los precios internacionales no han coincidido con un buen comportamiento del dólar.

Ventas y dólares

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué tanto ha afectado el valor de las exportaciones del grano, el comportamiento de la tasa de cambio?

LUIS GENARO MUÑOZ:Durísimo. En los últimos doce meses, el valor de las exportaciones pasó de 2.100 millones de dólares a 2.300 millones de dólares. Y si lo vemos a rasgos generales, es importante porque son 200 millones de dólares adicionales, pero es apenas un10% cuando el volumen se incrementó un 30%. Lo ideal es que las dos crecieran a la par. Ahí hubo dos factores; la Bolsa de Valores de New York que ha estado muy volátil y eso obviamente impacta muy duramente.

Por otro lado, considero que el gran demonio de la caficultura colombiana se llama revaluación. Es que nosotros exportamos el 95% de la producción y lo otro lo consume el mercado interno. Y en una oscilación, una revaluación es muy complicada porque uno no puede parar la producción y aquí, además de números, estamos hablando de una relevancia inmensa de la caficultura desde el punto de vista social. Porque no solamente estamos hablando de 560 mil familias dedicadas al cultivo, sino de la tercera parte del empleo del campo y del producto de mayor irrigación en la economía municipal. Entonces por fortuna se logró acordar con el Gobierno nacional la ayuda conocida como Protección del Ingreso Cafetero, PIC, que además de ser un salvavidas, le ha dado de cierta manera tranquilidad y estabilidad  a la actividad, lo cual motiva a mantener en adecuado funcionamiento los cultivos. Sin embargo el demonio es la revaluación que quita mucha competitividad.

La producción

ENS: ¿Cuánto se ha incrementado la producción en el último año?

LGM:En los últimos doce meses Colombia pasó de 9 millones de sacos a 11.5 millones de sacos, es decir un incremento del 27%. Ahora si miramos desde enero a junio de 2014, Colombia ha producido 5.5 millones de sacos y dándole mi apreciación de lo que podía ser el cierre de mes, podríamos estar alrededor del millón de sacos. Ahora, acabando de hacer el monitoreo en campo, Colombia podría cerrar el 2014 en alrededor 11.5 millones de sacos.

ENS: ¿Con esta producción podremos cumplir los compromisos del mercado?

LGM:Sin duda, esto ha sido un gran reto porque una cosa es producirlo y otra cosa es venderlo. Cuando se aumenta una tercera parte de la producción (27 por ciento) hay que salir a venderlo y se ha conseguido. Las exportaciones en el mismo periodo, es decir últimos doce meses, pasaron de 8.1 millones de sacos a 10.6 millones de sacos que equivalen al 31 por ciento. Y Colombia ha logrado meterse en el mercado nacional y sustituir las caídas de los países centroamericanos y de Perú. Entonces, haber logrado recuperar las mezclas del café colombiano y su comercialización, muestra  la gestión de mercadeo a nivel mundial que nos ha posicionado.

La renovación

ENS: ¿Cómo ve la situación coyuntural de la caficultura?

LGM:Yo diría que si no todos los actos están alineados, hay por lo menos unas muy buenas señales. Si uno revisa los números de la caficultura en términos generales, pues son satisfactorios. En el propio incremento de la productividad, que es donde se mide el asunto, pasamos de 12 sacos por hectárea a 15 sacos, eso hizo que recuperáramos la producción que se había caído hasta niveles de 8 sacos en promedio a 11 y medio, quizás más en este año. O el mismo cambio del parque productivo cafetero colombiano. Es que Colombia, en los últimos cuatro años, sembró 3 mil millones de árboles en variedades más productivas y mucho más resistentes de cara al cambio climático, y en variedades dadas en las regiones, pues tenemos el reto de hacer caficultura climáticamente inteligente.

Tener un renovado parque cafetero y haber renovado un ciento por ciento de las metas de tecnificación, pues es poderoso y eso cambia las posibilidades, no del momento, sino quizás a una o dos generaciones venideras.

Hemos avanzado mucho en valor agregado, en cooperación y hemos sido exitosos a la hora de revisar el mercado internacional. Y lo digo con datos recientes de la clientela porque han pasado en estos días diferentes industrias americanas, europeas y en el comité económico conjunto, entre Japón y Colombia. El 60 por ciento de las exportaciones nacionales de café son para Japón, pues este es el segundo país más importante para la caficultura colombiana y todo vendido como cafés especiales.

Colombia es el proveedor de quizás el mejor café del mundo, además confiable en volumen y en la oportunidad. Además, dada nuestra geografía, de tantas latitudes, tenemos café fresco durante todo el año, lo que nos da ventajas competitivas siempre.

ENS: ¿Cómo va el programa de renovación cafetera?

LGM:Pues haber renovado en cifras puntuales en los últimos cuatro años, significó pasar de densidades de 5.100 árboles a 5.400 árboles en el mismo espacio. Significó haber sembrado estos tres mil millones de árboles y tenemos renovadas 567 mil hectáreas en estos cuatro años, de un parque total de 700 mil, lo que hizo posible además que completáramos toda la tecnificación.

La edad de los cafetales promedio bajó de 12 y medio años a 7 años, entonces es un parque más joven, más vigoroso y se protege mejor ante fenómenos climáticos como los ‘Niños’ o ‘Niñas’ y desde luego es más productivo.

Prevención

ENS: ¿Todo esto tiene más fortalecido al cultivo contra algunas enfermedades?

LGM:Claro, nuestro trabajo de investigaciones es un trabajo que hemos hecho desde hace 70 años. Acordémonos el tipo de variedades que se trabajan para que el cultivo se defienda mejor de forma más natural a enfermedades, para que sean más productivas y al final del día baje el costo de producción.

La primera y más famosa variedad fue Colombia, que se desarrolló hace unos 40 o 50 años y se implementó en el campo. Funcionó bastante bien y desde hace 30 años venimos trabajando el genoma del café lo que permitió desarrollar variedades más resistentes a los excesos de humedad. Hoy el país tiene 8 líneas regionales donde se encuentra una variedad apropiada para Antioquia, Cauca y para el Norte, Centro y Sur del país. Ahora no sé qué es más difícil, desarrollar el conocimiento o implementarlo sobre todo en actividades que tienen mucha tradición e historia, y llegar a convencer al campesino del riesgo cuando han venido trabajando de generación en generación de cierta forma. Sin embargo lo hemos logrado y eso demuestra que sí se puede hacer que el cafetero adopte la tecnología.

Subsidios

ENS: ¿El plan de Protección al Ingreso de los Cafeteros, PIC, cubre todas las solicitudes del pago de las facturas?

LGM:Sí, está dividido en dos grandes fases: 2012 y 2013. Ahí se logró con los ajustes a los procedimientos que se hicieron, atender al 99% de las facturas presentadas por los productores. Entonces el comercio y demás ya mandaron las certificaciones para verificar que las facturas fueran reales.

En el 2014 cambiamos el procedimiento, lo automatizamos de tal forma que ya no es el productor quien tiene que ir al puesto de venta y luego llevar la factura a  un comité municipal, sino que es el mismo comprador de café el que transmite la factura. Para ello incorporamos la tecnología para que sea escaneada. Lo que apunta a dos cosas: primero, un mayor control y transparencia en un servicio que es público, y segundo, a medida que los compradores van familiarizándose con la tecnología pues los procesos se van agilizando. Creo que hay que mejorar los procesos de información, pues hay que brindarles más cifras a los medios de comunicación para que los procesos de facturación sean más eficaces.

ENS: ¿Cómo ve la caficultura en los próximos años?

LGM:Nosotros tuvimos el gran reto de rescatar la productividad. Este era el punto central de los últimos cuatro años. Ahora si hacemos una proyección, yo la definiría como competitividad. Son conceptos complementarios. Productividad le apunta a tener un negocio bueno y sostenible, con márgenes para aumentarla y bajar los costos. Esa es una tarea permanente que hay que hacer para fomentar la inclusión de todos los cafeteros de Colombia y aquí entra toda la discusión de una nueva Colombia rural.

Ahora, en el tema de competitividad económica debemos enfocarnos en los mercados. A veces nos olvidamos de los mercados, precisamente por las angustias que se generan por situaciones complejas. El mercado mundial no es que esté cambiando, sino que entró a una nueva era en términos de formatos tecnológicos y de inversión. Esto implica replantear la estrategia de compra, la redefinición de los atributos de lo que es el café de Colombia para enfocarnos a un mercado poderoso, concentrado y sofisticado.

 

Las elecciones cafeteras

 

ENS: ¿Cómo va la preparación de las elecciones cafeteras?

LGM: Bastante bien, la Federación quiere hacer unas elecciones ejemplares porque finalmente estamos hablando del proceso democrático más grande de América Latina, en términos de instituciones privadas, y sí uno lo compara con unas elecciones políticas, pues estamos hablando de más municipios que los de Venezuela por ejemplo. Entonces eso impone un gran reto, además de que la caficultura está en la mitad de los municipios de Colombia. Estamos hablando de elecciones en más de 500 puntos del país.

ENS: ¿Serán unas elecciones abiertas?

LGM:Desde luego. Ahora en estos tiempos que tanto se ha hablado de legitimidad, representación e inclusión, pues esos son propósitos claros en estas elecciones. Los números empiezan a ser contundentes en este sentido, porque los habilitados para votar, aquellos que tienen cédula cafetera, son 375 mil cafeteros, con 4.482 cargos de representación en los comités municipales, departamentales y directivos. Y para estos cargos se han inscrito 15.850 candidatos, entonces casi que uno puede ver que hay más de tres candidatos por cada uno de ellos. Y esperamos que la participación de las elecciones sea cercana al 70%, un porcentaje que envidiaría cualquier democracia.

ENS: ¿Qué resultados podrían ser positivos para las elecciones?

LGM: Clave, uno la participación de diferentes grupos. Y me parece que en este número de candidatos están diversas tendencias de pensamiento cafetero y eso está muy bien. Lo segundo, que haya claramente, como en algunas elecciones anteriores, buena dosis de renovación. Fíjese que hace cuatro años cerca del 50% de la diligencia cafetera se renovó, lo cual hace una mezcla ideal entre los que tienen experiencia en liderazgo y los pensamientos que entran a refrescar la corporación para que se fortalezca.

Esto hace que muchos de los retos a los que se enfrenta la Federación, sean resueltos con mayor efectividad y los cafeteros sientan una corporación más incluyente, transparente y representativa porque al final del día unas buenas elecciones hacen que la Federación muestre su virtud institucional.

 

 

 

 

La competitividad social de Muñoz

 

 

Las ideas que tiene el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, y que comunicó a El Nuevo Siglo para elevar la competitividad social del sector, son:

1.   Educación: “como base de desarrollo, pues es fundamental para erradicar la pobreza en el campo y hacer mayor equidad en un país que ha sido construido desde la ciudad”.

2.   Infraestructura: “hablando fundamentalmente de vías terciarias y secundarias que quedaron en un estado lamentable luego de la ola invernal y hay que avanzar muchísimo ahí, pues no solamente hay que hacer 4G sino 3C: Terciarias cafeteras. Es increíble que valga menos el flete de  un fertilizante que viene de Ucrania a Buenaventura, que de Buenaventura a una finca cafetera, vale el doble y esto implica que se pierdan puntos de competitividad en el mercado y por otro lado rentabilidad en el negocio”.

3.   Vivienda: “afortunadamente el país ha avanzado en el programa de vivienda para los más pobres y no olvidemos que en la caficultura el 95% de los productores son pequeños, hay muchísimas necesidades de mejoramiento y de construcción de vivienda. Esta parte no va al mismo ritmo que la vivienda urbana, menos mal ahora estamos más conscientes los colombianos que con o sin La Habana, este país no podrá vivir en paz si no se empieza por el campo, pues los problemas del país están en el campo”.

“Estamos precisamente presentando al Gobierno nacional mejoramiento y construcción por más de 1.1 billones de pesos en todos los departamentos, porque una cosa es hacer vivienda rural en cabeceras municipales y otra muy distinta subir a la loma y poner la vivienda rural donde debe estar; en la finca, porque la mayoría de los campesinos  no viven en el pueblo”.

4.   Cambio climático: “desafortunadamente, de nuevo este punto le está dando una pela al país. Debemos entender que el cambio climático es una realidad de este país, nosotros hace cuatro años basamos un congreso en un eslogan: ‘Caficultura climáticamente inteligente’, para ello desarrollamos variedades más resistentes a los cambios, haber hecho una política de manejo de suelo y sombríos para blindarnos en épocas de lluvias y de escasez, así como cuidar los paisajes cafeteros para cuidar el agua”.

 

En alerta por Fenómeno de El Niño

 

 

Los cafeteros de Colombia están en alerta ante la llegada inminente del Fenómeno climatológico de El Niño, evento que se caracteriza por el aumento de la temperatura y la reducción en las precipitaciones. 

Según el Ideam, la máxima manifestación de este fenómeno atmosférico se presentaría entre diciembre de 2014 y febrero de 2015. 

Si bien más del 63 por ciento de los cafetales de Colombia están sembrados en variedades con adaptación regional resistentes a enfermedades asociadas a la variabilidad climática, los productores se mantienen atentos para evitar que el daño de los cafetales sea mayor, sobre todo en aquellas zonas del país donde se espera recoger la cosecha principal durante el primer semestre del 2015 (Valle del Cauca, Sur del Tolima, Norte del Huila, Cauca, Nariño), en donde se presentaría un periodo seco de diciembre a marzo, el cual no es normal y afectaría el llenado del fruto y ocasionaría menor peso y pérdida de calidad. 
De otro lado, el período seco actual está dentro de los patrones mensuales de distribución de lluvia de la zona cafetera, y los cafetales que responden por la cosecha principal del 2014 (Zona Norte del país y Zona Centro) recibieron en época de floraciones (marzo-abril) la cantidad de agua necesaria para el desarrollo normal del fruto. 

La Federación Nacional de Cafeteros ha venido haciendo un monitoreo detallado el cual combina información de la red climática cafetera, los balances de agua y las observaciones de campo realizadas por el Servicio de Extensión en la zona cafetera, que comprende desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Nariño y desde el pie de monte llanero hasta la Cordillera Oriental, con el fin de identificar las zonas que puedan tener más afectación y así diseñar un plan de recomendaciones y acciones a seguir para mitigar el efecto del fenómeno climático. 

Actualmente, la Sierra Nevada está presentando un período seco más prolongado de lo normal para esta época del año, el cual no podría ser explicado por El Niño, debido a que el evento esperado para el segundo semestre de 2014 aún no se ha formado. 

Cabe recordar que entre comienzos de 2009 y junio de 2014 Colombia renovó 3.051 millones de árboles de café, una transformación productiva sin precedentes en un cultivo de tardío rendimiento que permite incrementar la productividad, luchar contra el hongo de la roya y contar con una caficultura mejor preparada para la variabilidad climática que afecta actualmente a la agricultura en Colombia y el resto del mundo.