En una primera acción policial fue desarticulada en Bogotá una organización dedicada al hurto de combustible mediante la modalidad de apoderamiento ilícito de gas natural.
Los cinco capturados, incluidas dos vendedoras o “isleras” de una estación de servicio, se dedicaban a comprar chips robados en el mercado de autopartes y chatarrización para ser comercializados a los conductores de vehículos, muchos de ellos de servicio público, convertidos clandestinamente a gas o que tienen vencido el período anual de revisión técnica del sistema incorporado en el automotor; esto porque al momento de tanquear en una estación de servicio el microchip tiene conductores metálicos apropiados para hacer conexión entre la pastilla y un circuito adaptado en los surtidores lo que permite el abastecimiento de combustible sin haber pagado la certificación de calidad de un taller autorizado.
Estos uniformados desplegaron operativos de inspección y control en estaciones de servicio automotriz que suministran gas natural vehicular en el perímetro urbano de la ciudad de Bogotá, sorprendiendo en flagrancia a tres vehículos que se aprovisionaban de manera irregular de dicho hidrocarburo.
Junto a estos automotores fueron capturadas cinco personas a quienes la Dijin les incautó dos chips metálicos con los cuales cometían el ilícito.
De acuerdo con la investigación los capturados incurrieron en el tipo penal de destrucción, supresión u ocultamiento de documento privado, por esconder el documento que sirve de prueba (chip) al momento de presentarse físicamente el automotor en la estación de servicio con el fin de recibir el beneficio de abastecimiento de gas.