A una pena de cuatro años y ocho meses de prisión fue condenada Maritza Charry Motta por el delito de receptación, luego de que la Fiscalía demostrara que ella era quien guardaba teléfonos celulares robados.
La jueza 11 penal del circuito de Bogotá aceptó los argumentos de la fiscal 310 seccional, quien señaló que la sentenciada es responsable del delito del cual la acusaron, luego de que en sectores diferentes de la capital del país, dos hombres en motocicleta, mediante amenazas robaron a sus víctimas dinero y sus teléfonos celulares.
Además, en hechos ocurridos el pasado 7 de mayo, mediante la técnica conocida como cosquilleo, que consiste en escarbar los bolsillos y los bolsos de las personas en el transporte público, a una joven le robaron su Ipod.
A las pocas horas, las autoridades lograron ubicar a la sentenciada en un terminal de Transmilenio. Su conducta atrajo la atención de las autoridades y tras la requisa le encontraron los dos teléfonos hurtados y el Ipod.
El juzgado consideró que Charry no demostró su arraigo ni acreditó en el proceso ser madre cabeza de familia. Por estos hechos, además de sus antecedentes penales, fue enviada a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.