La Corte de New York había solicitado su captura a la Interpol por el envío continúo desde Colombia de clorhidrato de cocaína, que era embarcado hacia México para su posterior comercialización y distribución en Estados Unidos.
La operación “Buenaventura” se concretó tras tres meses de arduas actividades de inteligencia, que permitieron la ubicación e individualización de alias “Junior”, quien desde la ciudad de Cali dirigía y coordinaba todas sus actividades relacionadas con el narcotráfico.
Este sujeto de 35 años de edad, se especializó en figurar como “broker” o intermediario directo entre grupos de narcotraficantes en Colombia y Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo Guzmán” cabecilla del Cartel de Sinaloa.
Asimismo esta persona conseguía el clorhidrato de cocaína al “mejor postor” en Colombia y se encargaba de su posterior envío hacia México, donde llegaba directamente a los enlaces del Cartel de Sinaloa.
En Colombia, no se había logrado identificar un “bróker” o intermediario directo del Cartel de Sinaloa, ya que por lo general, tienen nexos para la consecución del clorhidrato de cocaína con bandas criminales u organizaciones narcotraficantes.
Alias “Junior”, era financiado por el Cartel de Sinaloa para la adquisición de clorhidrato de cocaína, y su envío a través de lanchas tipo “Go Fast”, con cuantías que no superaban los 500 kilos, que partían desde las costas del Pacífico con destino a Centro América.