El pasado 2 de agosto de 2.013 la comunidad del barrio Guacamayas (Localidad de San Cristóbal), atónita se sorprendió con la muerte de Andrés Ortiz Camero, estudiante de bachillerato y de escasos 18 años cuando caminaba por una calle con su primo en momentos que un sujeto desenfunda un arma de fuego y lo hiere de gravedad. El joven fue trasladado al Hospital la Victoria, donde falleció.
Investigadores adscritos a la Metropolitana de Bogotá iniciaron las actividades de Policía Judicial en el sector, semanas después, pudieron relacionar este homicidios con el nombre deJharol León Infante, un joven infractor quien desde los 14 años había sido recluido en el Redentor y quien para la comunidad era el cabecilla de una pandilla dedicada al hurto y otras conductas criminales en la localidad cuarta de la ciudad.
En vía pública, fue capturado alias ‘Chiqui’, quien a sus 19 años, es sindicado de homicidio y le investigan por otros hechos similares ocurridos meses antes en el sector.
La contundencia de las pruebas hizo que un juez le dictara medida de aseguramiento por el delito de homicidio agravado y porte ilegal de armas.