El Tiempo en el que las mujeres se dedicaban solamente al hogar pasó a la historia y los hombres, con mayor frecuencia, se hacen cargo de las tareas domésticas.
Inalde, Escuela de Negocios de la Universidad de La Sabana, realizó un estudio para identificar cómo es percibido actualmente el trabajo doméstico, quién lo realiza y qué habilidades requiere.
El estudio, realizado por la profesora Sandra Idrovo, directora de Investigación de Inalde, consultó a 135 personas, 49 por ciento hombres y 51 por ciento mujeres, de estratos 5 y 6, mayores de 40 años; a quienes se les preguntó por la definición de las labores domésticas, si las consideran trabajo o no, qué clase de tareas forman parte de ellas, qué responsabilidad se asume sobre estas y cómo se cumplen. Igualmente se indagó por quién las hace, con qué frecuencia y si estaba satisfecho(a) o no con el trabajo doméstico que se hacía en su casa.
Entre los principales resultados de la investigación –señaló Idrovo–, “sobresale que más del 90% por ciento de los entrevistados coincidieron que las tareas domésticas están relacionadas con el aseo y la limpieza, al cuidado de los niños, la jardinería, el mantenimiento, las reparaciones locales y el cuidado de abuelos, enfermos y mascotas”.
Respecto a cómo se reparten estas actividades por género, “la cocina (17,04 por ciento) y la limpieza (10,37 por ciento) son tareas que realizan frecuentemente las mujeres y el mantenimiento y las reparaciones locales (15,56 por ciento) es responsabilidad de los hombres”, dijo.
De otra parte, el cuidado de los niños es la principal actividad que las mujeres realizan al interior del hogar, más del 90 por ciento lo están haciendo, independientemente si están trabajando o no. En contraste, solo el 12,59 por ciento de los hombres tienen a su cargo está responsabilidad.
Con relación a las habilidades requeridas para la ejecución de estas labores, más del 83 por ciento de los consultados coinciden en que la responsabilidad, la comunicación, la paciencia, el trato humano, la iniciativa y la solución de problemas son competencias necesarias para desarrollar este tipo de tareas.
Profesión: ama de casa
Según la investigación, el oficio “dedicación al hogar” ha cambiado y actualmente hay mujeres, especialmente las que tienen entre los 30 y 35 años, que renuncian a su trabajo para convertirse en amas de casa profesionales. Aunque este tipo de decisiones no son fáciles, hay quienes se están arriesgando a dar el paso.
Es por eso que la visión tradicional que se tiene de las labores domésticas, en donde no solo se involucra el cuidado de la casa sino también el de los hijos, cambia en el momento que aparece la maternidad.
Para Idrovo, los oficios del hogar no son un problema –para eso está la señora del servicio–, la crisis comienza cuando aparecen los niños y es ahí donde se generan los conflictos en la pareja y consigo mismo. “Esto sucede porque hay un desgarre entre la persona que quiere trabajar y el cuidado de los hijos, sobretodo en un sistema que no es flexible y donde factores como las deudas juegan un papel importante en este tipo de decisiones”, señaló.
La dificultad, explica la especialista en familia, de dedicarse al hogar por un tiempo radica en la percepción que se tiene respecto a las habilidades que se deben tener al cumplir estos deberes. “Aunque se tiene claro que la persona que dedica al hogar debe ser responsable, tener trato humano, saber comunicarse, solucionar problemas y contar con iniciativa, no se tiene un consenso en el nivel educativo que se requiere, ya que se tiene en el imaginario que solo basta con tener una educación básica”, afirmó la investigadora.
En conclusión, esto es lo que genera un rechazo ante una labor esencial para la sociedad como lo es la formación de las nuevas generaciones. Por eso, el estudio recomienda a las mujeres que han tomado la decisión de dedicarse a su hogar, que al momento de retomar su camino profesional se centren en las actividades que adquirieron en esta nueva etapa.
“Se tiene la idea que cuando se está en la casa no se hace nada. Pero una persona que se toma cuatro años de su vida para cuidar a sus hijos está desarrollando habilidades de formación y delegación porque estaba organizando su trabajo, además se centra en un microproyecto de atención de un número determinado de personas, por lo tanto su orientación al cliente se ha mejorado”, puntualizó.
Labores domésticas
Más de la mitad de los encuestados consideran que las tareas del aseo y limpieza, alimentación, lavado y planchado, cuidado de los niños, jardinería, mantenimiento y reparaciones, cuidado de mayores o enfermos, cuidado de mascotas, hacen parte de las labores domésticas.
Cocinar, limpiar y el mantenimiento se relacionan con el género, mientras que el estado civil se relaciona con cocinar, limpiar y el cuidado de los niños. Esto quiere decir que el género y el estado civil son buenos indicadores de quién realiza estas tareas con mayor frecuencia. La cocina (17,04 por ciento) y la limpieza (10,37 por ciento) son actividades más frecuentemente realizadas por las mujeres; el mantenimiento (15,56 por ciento) es algo que los hombres hacen más frecuentemente, confirmando así los datos internacionales existentes.
El estar casado o soltero es algo asociado con quién cocinará y hará la limpieza con mayor frecuencia. Y por supuesto con quién cuidará los niños. Sin embargo, en los hogares de nivel socioeconómico alto en Colombia quien cocina, limpia, lava la ropa y hace el mantenimiento con mayor frecuencia, es la empleada del servicio doméstico. Este es un elemento que debe ser considerado cuando la investigación se extienda a otros estratos.
Hay una excepción a este monopolio de servicio doméstico que se acaba de mencionar, y es el caso del cuidado de los niños. Esta es una actividad que las mujeres hacen más frecuentemente que cualquier otra. En relación con el comportamiento de los hombres como padres, el 12,59 por ciento de los hombres contestaron que ellos cuidan a los niños con mayor frecuencia. Esto definitivamente es un cambio frente a los que ocurría hace 30 años.
Habilidades
Con relación a las habilidades que son requeridas para la ejecución de las actividades que se realizan al interior del hogar, más del 83 por ciento coinciden en que la responsabilidad, la comunicación, la paciencia, el trato humano, la iniciativa y la solución de problemas son necesarias para la ejecución de las actividades al interior del hogar.
Otros datos interesantes son que el 100 por ciento de las mujeres encuentra que el trato humano es una habilidad necesaria y que tanto hombres como mujeres coinciden en el mismo porcentaje (98,5 por ciento) en que la responsabilidad es clave para llevar a cabo las tareas de cuidado del hogar. Que el total de mujeres encuentre el trato humano indispensable puede estar relacionado con la actividad del cuidado de los niños, ya que en la atención del hogar esta actividad para ellas es prioritaria.
Respecto a si la remuneración por hacer estas tareas es justa o injusta, el estudio indica que es justa en el 52 por ciento de los casos y 48 por ciento dicen que no.
Xinhua
Muy pocas latinas en negocios
Sólo el 18 por ciento de los negocios en América Latina están en manos de mujeres, mientras que en México la cifra ascendió a 23 por ciento, según un estudio del International Business Report (IBR) de la empresa Grant Thornton.
En América Latina no se toma en cuenta el talento femenino y se rezaga en relación al resto del mundo, señaló la empresa que ofrece servicios de auditoría y asesoramiento fiscal, legal y financiero con motivo del Día Internacional de la Mujer que se conmemora mañana, 8 de marzo.
De acuerdo con los resultados de la investigación, la participación de las mujeres en México es de 23 por ciento, con una tendencia en promedio a largo plazo de 24 por ciento; sin embargo, en Argentina es de 16 por ciento y en Brasil de 15 por ciento.
Las cifras obtenidas en la investigación sugieren que un menor número de mujeres llegan a la cima de la escalera corporativa y que las empresas confían más en los equipos varones para tomar decisiones.
La socia de Grant Thornton, Andrea Vega, explicó que entre los factores que impiden una mayor participación está la ralentización económica en toda la región, que reduce las oportunidades de las mujeres.
La deficiente infraestructura de transporte surge como barrera clave; un viaje largo dificulta la movilización de las mujeres con hijos, al aumentar el costo del cuidado de los niños y dificulta su planificación.
La investigación del IBR encontró sólo una mujer de cada siete líderes empresariales; a pesar de ello, en Argentina y Brasil las presidentas son mujeres y se muestra claramente que la cultura masculina predomina en la región.
En el mundo, el 22 por ciento de los puestos directivos ocupados por mujeres es ligeramente superior al de 2004 (19 por ciento), pero debajo del 24 por ciento del año pasado.
Japón se mantiene como uno de los países más rezagados en ofrecer oportunidades de puestos directivos a la mujer, con sólo 8 por ciento, inferior a Alemania (14 por ciento) e India (15 por ciento). /Xinhua