El hurto de motocicletas en el país no ha podido ser frenado pese a las medidas adoptadas por las autoridades y, según las cifras que manejan las mismas, dos vehículos de este tipo son hurtados cada hora.
Es así como desde el 1º de enero de 2004 a la fecha, han sido robadas 151.801 motocicletas, siendo el 2013 el que más sufrió este flagelo con 22.751 acciones criminales.
De acuerdo con las cifras oficiales, el año pasado los delincuentes hurtaron 1.896 motos al mes, es decir, 63.2 diarias. En lo corrido de este año se registra el robo de 8.588 y de acuerdo con las estadísticas fueron blanco de los criminales 1.717 motos mensualmente, lo que quiere decir que cada 24 horas fueron hurtadas 57. Es decir, cada hora en el país son hurtadas dos motocicletas.
Las agencias de seguridad afirman que muchas de las motocicletas que han sido hurtadas terminaron en los mercados negros de la República Bolivariana de Venezuela, Ecuador, Perú y de algunos países de Centroamérica.
Según las cifras oficiales, en el año 2004 fueron hurtadas 10.227 motocicletas; en el 2005, 9.015; en el 2006, 10.544; en el 2007, 9.970; 2008, 11.137; 2009, 13.146; 2010, 13.348; 2011, 20.437; 2012, 22.638; 2013, 22.751, y en lo corrido del año han sido hurtadas 8.588.
El Observatorio del Delito de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, Dijin, de la Policía, revela que desde 2011 se incrementó en forma significativa el hurto de las motocicletas, especialmente, por las modalidades de halado y del atraco.
Aclara el Observatorio que las ciudades donde más motos hurtan en el país son Bogotá, Medellín y Cali, por diferentes circunstancias, entre ellas el halado, el atraco, el abuso de confianza, el descuido de los propietarios, el engaño, por escopolamina, llaves maestras, casos no reportados y por suplantación de autoridad.
En la Capital del país, de acuerdo con los estudios de los servicios de inteligencia de la Policía, el hurto de este tipo de vehículos se concentra en las localidades de Ciudad Kennedy, Suba, Bosa y Ciudad Bolívar, en el suroccidente y sur y en la localidad de Engativá, en el noroccidente.
También por extorsión
La mayoría de las motocicletas hurtadas termina en talleres o bodegas clandestinos para el desguace para la venta por partes o los llamados repuestos de segunda; alteración de los números de matrícula y de motor en un esfuerzo para engañar a las autoridades y así poderlas desplazar por el país y llegar a las fronteras para ser vendidas en los mercados negros y por casos de extorsión.
En el caso de extorsión, explican los investigadores de la Policía, los antisociales ubican a los propietarios de las motocicletas y les exigen importantes sumas de dinero para devolverlas.
“Los delincuentes que no quieren ninguna complicación con las autoridades exigen entre uno y tres millones de pesos para devolver el vehículo y salir rápido del problema y evitar caer en manos de la Fiscalía General de la Nación”, precisa uno de los investigadores.
En Bogotá han sido desmanteladas en los últimos 20 meses más de 12 redes criminales dedicadas al hurto de motocicletas y en el país, otras 17.
De acuerdo con los investigadores de la Policía, las redes criminales hurtan especialmente motocicletas de las marcas Pulsar; FZ16; G5-500; Yamaha; Honda, Suzuki; Auteco; AKT y Kawasaki, entre otras.
En los cuadros estadísticos solo se registra el hurto de una motocicleta Harley Davidson, dos de la marca Jaguar y una Saab, en el año 2009.
Además, precisa un funcionario de la división de automotores de la Policía, que también se hurtan motocicletas por “encargo”.
La Policía les insiste a los motociclistas que por ninguna circunstancia dejen parqueados sus vehículos en lugares que no cuentan con vigilancia ni presencia de los uniformados, pues un delincuente solo necesita un minuto para hurtar la motocicleta que, en muchas oportunidades, es una herramienta de trabajo.
El GPS
En el país varias compañías lanzaron el dispositivo GPS para las motocicletas en un esfuerzo para reducir los hurtos y los costos en los sistemas de operación y en la entrega de los pedidos y mercancías.
El motociclismo en todo el territorio nacional genera cerca de 1.4 millones de empleos directos e indirectos en todos los sectores de la economía, debido a que son utilizadas en mensajería, restaurantes, servicios, correos, vigilancia y con el GPS se puede ejercer un mayor control y entrega eficiente de productos y por supuesto su ubicación.
El problema que afrontan los empleados directos e indirectos es que si pierden su vehículo, también pierden su empleo, convirtiéndose en uno de los grandes problemas que enfrentan los propietarios de las motocicletas.
Con la tecnología de punta, los empleadores e incluso los clientes pueden seguir por Internet el recorrido del mensajero con su pedido e incluso advertir por los sistemas de comunicación cuando hay un taponamiento en la vía por un accidente de tránsito o por lluvia.
Los empresarios afirman que con la tecnología de GPS se optimizan las rutas para la distribución y genera una importante economía en la reducción de los recorridos, lo que significa una importante reducción de combustible y aumento en el número de entregas.
Las motocicletas son las más apetecidas por los antisociales, pues sus repuestos surten los “mercados negros” en todo el país e incluso en el exterior, señalan los investigadores.
“Con los sistemas de GPS, es decir, con servicios de monitoreo, rastreo y localización, durante las 24 horas del día, permite a las empresas y propietarios ubicar el vehículo en caso de robo, por supuesto con la intervención inmediata de la Policía Nacional, reduciendo costos en pérdidas”, señalan los investigadores.
Insisten que además de la tecnología de punta y la instalación de los sistemas de GPS, también es necesario que sus propietarios tomen precauciones para evitar ser blanco de la acción de los criminales que no desaprovechan cualquier descuido.
Explica que los propietarios de motocicletas de alto cilindraje, en muchos casos piensan que porque es una “moto grande” no es fácil de hurtar y por el contrario son las más apetecidas, pues son destinadas para otras actividades criminales como el fleteo y hurtos, extorsiones y secuestros, entre otras modalidades al margen de la ley.
Los conductores de estos vehículos deben trabar el timón, retirar las llaves, enganchar o asegurar una de las ruedas o los discos de freno con candados apropiados y llamativos pero con ciertas especificaciones para que el antisocial se desanime por las medidas de seguridad que encuentra y que no le hace fácil su acción criminal.
En el caso de los mensajeros, casi siempre olvidan las medidas de seguridad y dejan sus vehículos sin ninguna protección, tras pensar o aducir que “solo me demoro un minuto en la entrega, pero en menos de un minuto un experto ladrón lo deja sin trabajo”, señaló el investigador de la Policía consultado por EL NUEVO SIGLO.
Reitera el oficial policial que además de los candados y cadenas, del GPS, también se debe agregar un sistema que desconecte el arranque del motor e incluso la bomba de gasolina y la consiguiente alarma.
También los motociclistas deben dejar sus vehículos frente a las cámaras de seguridad, cuando no están en un parqueadero seguro, pero en todo momento deben bloquearlos.
Y otra medida importante, insiste el investigador, es marcar la motocicleta en lugares secretos, además de las marcas normales con el número de la matrícula que lleva a cabo una empresa aseguradora o la misma Policía Nacional en sus campañas para enfrentar este flagelo.
De otro lado, el funcionario de la Policía afirmó que cuando la motocicleta es hurtada con fines de extorsión, es necesario comunicar esta situación inmediatamente a los grupos Gaula de la institución armada y no ceder ante ninguna circunstancia.
Y, aclara, otra medida de seguridad, es variar las rutas, los horarios de salida y llegada a la residencia o sitio de empleo o de estudio, para evitar que los antisociales predigan su comportamiento y lo sorprendan.
Cuidados al comprar
Los expertos en el hurto de las motocicletas para los diferentes propósitos como el desguace o para su reventa tras alterar sus sistemas de identificación, siempre buscan las más comerciables, que tienen un mercado mucho más grande y que tienen una salida rápida y por esta razón las marcas como Harley Davidson, Jaguar o Tam Deutz, casi que son inmunes al hurto.
Desde el 2009 las líneas de motocicletas que registraron los índices más altos de hurto en todo el país son: BWS, DT125 y la RX115, Yamaha, Honda, Suzuky, Auteco y AKT.
Alertan que un ciudadano que desee adquirir una motocicleta debe acudir a los sitios de venta autorizados y no por avisos de prensa o por información de “amigos”, pues los antisociales una vez hurtan uno de estos vehículos de inmediato remarcan el motor y el chasís e incluso las “gemelean” con el cambio de placas y tarjetas de propiedad sin antecedentes para no tener inconvenientes con las autoridades cuando transitan por la ciudad o para engañar a los eventuales compradores.
“Siempre, siempre, se debe revisar la procedencia, quién es el vendedor y por esta razón pueden acudir a los grupos de automotores de las Seccionales de Policía Judicial, Sijin, para verificar su autenticidad y que el vehículo carece de antecedentes judiciales y que puede concretar el negocio de compra”, acotó el investigador.
Destacan los investigadores de la Policía que las motocicletas nuevas son más hurtadas por su fácil salida no solo como repuestos sino para su reventa, pues las anteriores al año 2000, son obsoletas para los criminales.
El presidente de Asopartes, Tulio Zuluaga, advierte que muchas de las motocicletas que son hurtadas en el país terminan en los mercados negros de Venezuela, Ecuador, Perú y en algunas naciones de Centroamérica.
Zuluaga señala que muchas de las víctimas del hurto son ciudadanos honestos que requieren este medio de transporte para su trabajo y estudio y por esta razón es necesario incrementar la lucha contra este flagelo y fortalecer las normas que permitan enviar a la cárcel a los criminales.
Otras motocicletas que no son desguazadas o vendidas en el mercado negro interno o en el exterior, son enviadas a las zonas rurales, donde los controles son menores y por supuesto su ubicación se hace más difícil y dispendiosa.
Sin embargo, la Policía afirmó que el hurto de motocicletas presenta una importante reducción gracias a las medidas de seguridad, los procesos de marcación y al cuidado que ejercen los propietarios.
“Ahora muchos de los propietarios de estos medios de transporte y de trabajo toman medidas de prevención y seguridad como la marcación de las motos por parte de la Policía Nacional, que es un servicio gratuito”, precisan los investigadores.
Explican que en un esfuerzo para reducir estos índices de hurto, se están redoblando los retenes y controles no sólo en vías principales sino también en vías perimetrales y se cuenta también con el apoyo de la Policía Fiscal y Aduanera y la DIAN para verificar la procedencia de repuestos.
En muchos casos, ciudadanos ingenuos son capturados y puestos a disposición de las autoridades competentes, por cuanto adquirieron uno de estos vehículos a un bajo precio y con documentos falsos o adulterados, porque era hurtada.
El investigador de automotores de la Policía Nacional afirmó que “los objetivos de la institución armada están encaminados no solo a capturar a los antisociales sino a desvertebrar las bandas completas y neutralizar la cadena criminal con procesos de inteligencia e infiltración”.
Agregó el investigador de la Policía Nacional que desde hace varios años se viene trabajando con los países vecinos para fortalecer las bases de datos de las motocicletas y vehículos hurtados en Colombia en un esfuerzo para enfrentar a estas redes criminales nacionales e internacionales y facilitar un seguimiento más amplio y hasta el momento se cuenta con excelentes resultados.