Como un campanazo de alerta al que no sólo tiene derecho sino la obligación de dar por ser el Alcalde Mayor de Bogotá calificó Gustavo Petro su advertencia del riesgo de que la demanda de energía supere a la oferta en la ciudad en los próximos meses.
El alcalde ratificó ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara que este riesgo está latente y que ello se deriva de la curva de oferta y demanda energética que se vive en la capital.
Fue enfático en señalar que no es alarmista y que precisamente lo que busca es blindar a Bogotá para que no vuelva a ocurrir un “apagón” como décadas atrás.
Insistió en que es urgente construir las dos líneas de interconexión entre El Guavio y la terminal Nueva Esperanza, al occidente de Bogotá y que estas obras tienen ya cuatro años de retraso.
"Es muy fácil saber cuándo va a haber un racionamiento. El proyecto de la curva - oferta y el proyecto de la curva - demanda, donde se corta, indica que hay una alta probabilidad de racionamiento", sostuvo a su llegada a una diligencia en la comisión de Acusaciones de la Cámara.
“Cómo no voy a dar la alarma de que llevan 4 años sin hacer las obras que Bogotá necesita para que no haya racionamiento...hay que dar la alarma...Las obras deben empezarse rápidamente porque si se toma en cuenta el tiempo que ellas llevan y el crecimiento sostenido de la demanda de energía, los bogotanos podríamos enfrentarnos a un racionamiento en 2013”.
Así el alcalde Petro respondió a las críticas que por su alerta energética le hiciera el ministro de Minas, Mauricio Cárdenas quien lo tildó de “alarmista” y descartó que exista un riesgo en la prestación de los servicios de energía o de gas en Bogotá