A la empresa Enrique Dávila Lozano (EDL S.A.S.) adjudicó el Instituto Nacional de Vías (Invías) el contrato para la elaboración de los estudios para la construcción de una autopista que una el Valle del Cauca con los Llanos Orientales, reveló ayer el vicepresidente Germán Vargas Lleras.
“Con estos estudios se definirá cuál es la mejor alternativa para construir esta autopista que desde el Valle del Cauca llegará a los llanos orientales atravesando las cordilleras Central y Oriental”, explicó Vargas Lleras al indicar que se prevé que esta vía tendrá una longitud estimada de 184 kilómetros.
Esta autopista, llamada Conexión Pacífico-Orinoquia, iniciará en el municipio de Florida, Valle del Cauca, pasando por puntos clave para la conectividad interdepartamental y regional como La Herrera, población ubicada en la Cordillera Central en el departamento del Tolima; Colombia, sobre la cordillera Oriental, en el Huila, hasta el municipio de Mesetas, en el Meta.
La empresa EDL S.A.S. debe incluir en los estudios el recorrido y la mejor alternativa para construir la vía, que hasta Santa María en el Huila deben complementar y actualizar los que en 2011 ya realizó el Invías, para el tramo de 270 kilómetros entre Colombia, Huila y Mesetas, Meta, pasando por Uribe y San Juan de Arama. Es decir que la autopista Conexión Pacífico-Orinoquia contempla una extensión estimada de 454 kilómetros.
La propuesta presentada por la empresa EDL S.A.S. fue seleccionada entre 7 proponentes y contempla una inversión estimada de 16.383 millones de pesos.
La vía es un viejo anhelo de las regiones involucradas, que durante mucho tiempo se vio truncado porque la opción más viable hace 20 años implicaba una intervención nociva para el medioambiente en el páramo de Las Hermosas, en límites entre Valle y Tolima.
Durante los últimos cuatro lustros ecologistas, campesinos y funcionarios de la Contraloría del Valle concluyeron que la construcción de la carretera Buga-Chaparral afectará las cuencas hidrográficas de los ríos Tuluá y Guadalajara.
Dicho concepto se dio a conocer en 1995 durante un ecoforo realizado en Cali recomendando la revisión del trazado de la vía, y en especial el tramo que atraviesa el páramo de Las Hermosas, que incluía 12.000 hectáreas de la cuenca del río Tuluá.
En aquel entonces, el jefe de la división de gestión ambiental de la Contraloría del Valle, Rodrigo Arias, explicó que el impacto por el flujo de los vehículos que pasarán por la vía ocasionaría daños irreversibles en la población y posibles desprendimientos de tierra.
La necesidad de acortar la distancia entre los llanos orientales, considerada la despensa agrícola del país, con el puerto de Buenaventura, ventana a los mercados del Pacífico, es uno de los argumentos de los defensores de este corredor vial, que se convertiría en una vía alterna al difícil paso por La Línea.
Los gremios han considerado desde entonces que la vía traerá incalculables beneficios económicos y sociales a zonas del Tolima y los Llanos Orientales que tradicionalmente han estado alejados de los polos de desarrollo.