Gracias a las condiciones actuales, que ofrece como atractivo para el desempeño empresarial, Bucaramanga ha sido catalogada como la ciudad con mayores fortalezas de mercado para el crecimiento y la sostenibilidad de la producción empresarial en el país.
Así lo revela el informe Estudios organizacionales condicionantes de mercado en 13 ciudades de Colombia, que elaboró el Departamento de Investigación y el Observatorio Empresarial de la Facultad de Administración de la Universidad del Rosario.
El objetivo del análisis, correspondiente al segundo trimestre de 2012, es establecer la importancia empresarial de las trece ciudades más importantes de Colombia: Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín, Montería, Pasto, Pereira y Villavicencio.
Según el investigador de la Facultad de Administración del Rosario, Giovanni Reyes, Bucaramanga, Bogotá y Villavicencio, en su orden, se ubicaron en el grupo alto del estudio; seguidas de Cartagena y Medellín, que se situaron en el grupo moderado alto del escalafón.
Por su parte, Ibagué, Pasto, Pereira, Cúcuta y Cali -esta última en menor grado- son las urbes con condiciones menos favorables para el entorno empresarial. Es decir respecto a las condiciones que en general y comparativamente se tendrían para poder establecer y desarrollar negocios.
“Las ciudades que en el informe enfrentan las condiciones más desafiantes para el desempeño empresarial, son aquellas que en general requieren recuperar la productividad; con ello se dinamizarían otras variables económicas y sociales importantes como el empleo”, explicó Reyes.
Por ciudades
Para los efectos del estudio se consideraron tres variables: índices de pobreza total, desempleo y tasas de crecimiento económico. Este último indicador tiene una referencia general al departamento del cual la ciudad a estudiar es la capital.
Por una parte, Bucaramanga es la ciudad que está demostrando, de manera comparativa, notables avances en la lucha contra la pobreza, además tiene altos niveles de empleo, producto de un importante dinamismo económico cuando se compara con los datos evidenciados por otras ciudades.
De Bogotá resalta que presenta, en términos relativos, menor nivel de pobreza al compararla con otras ciudades. La capital del país es el centro neurálgico del mismo y concentra, con mayor nivel, infraestructura productiva, de servicios y malla institucional.
De otro lado, en Villavicencio influyeron las actividades del sector primario de carácter extractivo, como la minería y el petróleo. Muy en particular el crecimiento económico está asociado al rápido desarrollo que evidencian tener estos sectores en el área.
Cartagena y Medellín tienen un notable nivel de dinamismo económico, producto del desempeño de una amplia gama de sectores económicos. Se encuentran ubicadas en el grupo moderado alto del estudio y podrían evidenciar aún mayores repuntes de producción con el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos.
Por su parte, Barranquilla, Manizales y Montería evidencian un escenario intermedio en función del empleo, la pobreza y el crecimiento económico. No poseen los valores más bajos, es decir más críticos de estas tres variables.
Según el estudio, estas ciudades deben realizar importantes innovaciones, incluyendo mayor viabilidad institucional e infraestructura que facilite el desarrollo empresarial. Con ello el dinamismo productivo adquiriría mayores niveles y sería más sostenible.
Sigue dinamismo
Aunque en todo caso se requiere fortalecer la capacidad institucional de apoyo al desempeño empresarial, Cali es una ciudad que conserva el dinamismo de los sectores productivos tradicionales (agricultura, agroindustria y servicios), pero se ha visto afectada por problemas de institucionalidad, lo que repercute en falta de estímulo para mayores niveles de inversión productiva.
Así mismo, Ibagué, Pasto, Pereira y Cúcuta presentan condiciones para las que se requiere recuperar la actividad productiva.
En general estas ciudades pueden aprovechar, con relativa facilidad, la capacidad productiva ociosa con la que ya cuentan. Es decir, para generar mayores niveles de empleo, no requerirían excesivos montos de inversión que impliquen el establecimiento de mayor infraestructura física.
Sin embargo, el investigador advierte que uno de los problemas que reiteradamente se subraya en las condiciones de competitividad de Colombia.