El destituido expresidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, se reencontrará este sábado con sus seguidores en un popular barrio de la ciudad de Guayaquil (suroeste) adonde tiene previsto aterrizar en un helicóptero, tras volver de un exilio de dos décadas en Panamá.

El exlíder populista de 65 años, que gobernó Ecuador entre agosto de 1996 y febrero de 1997 con el lema "La fuerza de los pobres", llegó el viernes al país, confirmó a la AFP su hijo Dalo Bucaram.

Está previsto que el exmandatario, apodado "el loco que ama", llegue en helicóptero a un populoso sector de Guayaquil donde dará un discurso.

Al lugar se espera el arribo de simpatizantes del extinto Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) con el cual Bucaram llegó al poder.

El regresó del exgobernante al país se da luego de que prescribieron en abril pasado dos juicios penales en su contra por irregularidades en el uso de dinero del Estado destinado a fondos reservados y por malversación en la compra de material escolar para estudiantes de colegios públicos.

Los juicios, en los cuales había orden de captura y prisión, caducaron al pasar 20 años desde el inicio de los procesos, como exigía la ley bajo la cual se juzgaba al exmandatario.

Bucaram estuvo al frente del país apenas seis meses, pues en febrero de 1997 el Parlamento declaró su incapacidad mental -sin realizarle un examen médico- para ejercer el cargo, en medio de una revuelta social.

Ahora el expresidente, recordado por sus excéntricas apariciones públicas donde solía bailar y cantar, pretende demandar a los 44 diputados que votaron por su destitución, a los que reclamará una indemnización.

Además, "en las elecciones (locales) del 2019 lo más seguro es que él sea candidato no sabemos si a la prefectura o a la alcaldía de Guayaquil", señaló su hijo.

En abril de 2005, tras ocho años de exilio (calificado por la prensa como "autoexilio"), el expresidente retornó momentáneamente a Ecuador. Lo hizo durante una crisis judicial y amparado en una cuestionada decisión de la entonces Corte Suprema de Justicia (CSJ), que dio por terminados los procesos por corrupción en su contra. 

Sin embargo, debió volver a Panamá luego de que una nueva corte determinó la continuidad de las querellas.

Bucaram enfrentó algo más de 50 juicios penales por supuestos delitos como malversación y enriquecimiento ilícito tras su destitución, aunque no ha ido a prisión por ninguno de ellos.

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