Hace menos de dos décadas la tradición de las familias bogotanas era salir los domingos a los municipios cercanos para almorzar. Esa práctica se ha diluido, no sólo por los trancones en las autopistas de salida e ingreso a la ciudad, sino porque se han creado zonas gastronómicas especializadas que suministran a los usuarios todas las clases de comidas nacionales e internacionales.
En la actualidad la capital del país cuenta con seis sectores gastronómicos distribuidos por toda su geografía: la Zona C que se encuentra en la histórica La Candelaria, la Macarena en inmediaciones de la Plaza de Toros La Santamaría, la Zona G que esta entre las carreras cuatro a la Séptima y entre las calles 72 a la 69, la Zona T al respaldo del Centro Comercial Andino, el Parque de la 93 y el sector de Usaquén.
En esta brújula gastronómica se deben incluir sectores de la ciudad que aunque no tienen un nombre como las anteriores son reconocidas por los ciudadanos como es el caso de la avenida Pepe Sierra o calle 116 o entre la autopista Norte y carrera Quince o en el barrio Restrepo donde hay varias cuadras donde se vende comida de mar. Los habitantes la denominaron la Zona P.
En este sentido, además que se han creado los Puntos Gastronómicos, la ciudad ha tenido un cambio radical en el desarrollo urbanístico. Por ejemplo, hace menos de dos décadas, los dueños de predios en los alrededores del parque principal de Usaquén, nunca pensaron que sus viviendas se convertirían en restaurantes del alto grumett.
La presidenta de la Asociación Colombiana de Restaurantes (Acodres), Claudia Hernández, en diálogo con EL NUEVO SIGLO, frente a las Zonas Gastronómicas dijo que ”nuestra querida ciudad Bogotá se ha convertido en la mejor opción para degustar los mejores platos con la mejor oferta en sus ya reconocidas zonas gastronómicas, donde se destacan la zona G, la zona C (La Candelaria), la zona T, Usaquén, Parque de la 93 y La Macarena entre otros, convirtiendo nuestra ciudad en una ciudad cosmopolita en cuanto a gastronomía se refiere, ya que además de restaurantes especializados en comida típica encontramos ofertas de diferentes partes del mundo”.
Para el secretario Distrital de Turismo, Luis Fernando Rosas, la historia de las zonas gastronómica se puede remontar al sector de la Plaza de Toros hace varias décadas, contiguo a la Macarena, debido a que después de las corridas, los aficionados salían a celebrar en los restaurantes circunvecinos a la plaza de toros.
La primera zona fue la T en la calle 82, después que se construyera el Centro Comercial Andino y donde los mejores restaurantes del país se instalaron hasta llegar, hace más de ocho años, a que las vías del sector gastronómico fueran peatonalizadas.
Así mismo, el Parque de la 93 con el transcurrir de los años, esas amplias casas que existía se convirtieron en restaurantes y es hoy uno de los principales sectores de la ciudad donde se conjugan, en el día el sitio ideal para reuniones de negocios en medio de un exquisito plato de comida, y en las noche sitio de rumba.
A pesar que todavía las familias bogotanas salen los domingos a municipios como Chía, Cota, Cajicá, entre otros, lo cierto es que las zonas gastronómicas es una de las principales opciones para deleitar las mejores comidas nacionales e internacionales.