Brasil venció este miércoles a un duro Uruguay por 2-1 y se clasificó para la final de la Copa FIFA Confederaciones 2013, donde buscará su cuarto título en este torneo.
Fred, a los 42 minutos, y Paulinho, a los 86, le dieron el triunfo a Brasil para delirio de los 57.480 espectadores presentes en el renovado estadio Mineirao de Belo Horizonte (sureste).
Edinson Cavani, a los 48, había igualado para Uruguay, que le plantó dura batalla y falló un penal por intermedio de Diego Forlán a los 14.
Paulinho, mediocampista del Corinthians de Brasil y pretendido por varios equipos europeos, apareció por el segundo palo a los 86 minutos para conectar de cabeza un córner ejecutado por Neymar y darle el sufrido triunfo a la oncena de Luiz Felipe Scolari.
"Brasil está tomando una fisonomía importante con su nuevo DT (Scolari) y hoy pasó una dura prueba", destacó el entrenado uruguayo, Oscar Tabárez.
El DT charrúa agregó que el once auriverde "tiene futbolistas jóvenes que se van afirmando sobre todo de cara al Mundial-2014, que supongo que es el gran objetivo".
Brasil jugará el domingo la final en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro desde las 19H00 locales (22H00 GMT) contra el vencedor de España-Italia, que chocan el jueves en el estadio Castelao de Fortaleza (Ceará, noreste) en la segunda semifinal.
Uruguay, por su parte, chocará también el domingo en el partido por el tercer puesto contra el perdedor de España-Italia, el domingo desde las 13H00 locales (16H00 GMT) en el Arena Fonte Nova de Salvador (Bahia, noreste).
Brasil no había salido a avasallar desde el inicio como en sus anteriores partidos y fue controlado por la celeste, que le tapó la salida de los laterales, Dani Alves y Marcelo, y lo dejó sin sus principales motores para iniciar los ataques.
Tabárez elogió a sus dirigidos que hicieron que "Brasil no pudiera desplegar su fútbol avasallante", porque "salimos a presionarlo arriba y lo complicamos".
Poco había pasado cuando a los 14 minutos Uruguay tuvo la gran chance de abrir el marcador, pero se topó con un enorme Julio Cesar.
El defensa local David Luiz le cometió penal a su par celeste Diego Lugano cuando éste iba en busca de un córner lanzado por Diego Forlán.
Forlán remató a la izquierda del portero brasileño, pero éste le adivinó la intención y desvió el balón al tiro de esquina.
Uruguay dejaba escapar una ocasión irrepetible pero le siguió jugando de igual a igual a Brasil, que seguía sin encontrar los caminos hacia el arco de Fernando Muslera.
"Un penal no es un gol", consideró Tabárez al advertir que la causa de la derrota celeste llegó por un descuido defensivo.
"En el segundo gol (convertido por Paulinho a los 86 minutos) perdimos una marca y nos anotan por el camino menos pensado", en una jugada aérea.
El único jugador 'canarinho' que inquietaba a la defensa visitante era Hulk, el delantero del Zenit San Petersburgo, que a los 28 minutos remató desviado tras llegar con balón dominado al área adversaria.
Uruguay respondió a los 30 minutos por intermedio de Forlán, que disparó de zurda desde la media luna por encima del horizontal.
Pero a los 42 minutos, en su primera estocada a fondo, Brasil abrió el marcador.
El astro Neymar, que hasta entonces había pasado desapercibido, le ganó la espalda a la defensa celeste entrando por izquierda para recibir un pase de Paulinho, Muslera le tapó el remate y Fred apareció como un rayo para recoger el rebote y anotar el 1-0.
Este fue el tercer tanto del centrodelantero del Fluminense en el torneo, que prácticamente no había entrado en juego y cuando apareció confirmó que es un goleador de raza.
Pero seis minutos más tarde la celeste respondió también con uno de sus goleadores de clase, Cavani.
El 'Matador', máximo anotador de la Liga italiana, ganó un balón suelto en el área brasileña y remató de zurda y cruzado para marcar el empate a los 48 y silenciar el Mineirao.
Brasil acusó el impacto y recién a los 56 volvió a inquietar con un tiro libre de Hulk que Muslera desvió con sus puños.
El partido ganó en intensidad, con ambos conjuntos en busca de la victoria, y Julio Cesar evitó la segunda caída de Brasil a los 66 al desviar un cabezazo de Suárez.
En la réplica Fred remató por encima del horizontal en un veloz contragolpe auriverde y dos minutos más tarde, a los 69, Muslera controló un disparo de Neymar.
Hasta que a los 86 minutos apareció Paulinho y desató la locura en el estadio Mineirao.
AFP.