Brasil sigue sin brillar | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Septiembre de 2011

 

En un partido deslucido, la Seleçao brasileña derrotó 1-0 a su par de Ghana, en encuentro de fútbol internacional amistoso disputado en el estadio Craven Cottage del Fulham en Londres.
El solitario gol del partido lo anotó Damiao en el minuto 45, con un disparo cruzado tras ser muy bien habilitado por Fernandinho, mientras que los africanos jugaron buena parte del encuentro con 10 hombres por expulsión del joven defensa Daniel Opare, del Standard de Lieja en el minuto 33 por doble amonestación.
Este encuentro marcó el regreso de Ronaldinho Gaúcho al equipo dirigido por Mano Menezes, y fue uno de los pocos jugadores que pusieron un poco de clase además de mostrarse activo en varias jugadas, en particular con un disparo ya sobre el final del duelo (minuto 88), que a duras penas pudo sacar al córner el arquero Adam Larsen, uno de los más destacados de la brega.
Sin perder la sonrisa, el jugador intentó triangular y hace jugar a sus compañeros de equipo, y habilitó en más de una ocasión a Neymar y a Pato (quien entró por Damiao cuando faltaban 20 minutos para el final), que no concretaron.
En el conjunto de su desarrollo, el encuentro fue flojo técnicamente. Los ghaneses salieron más animados, y Brasil respondía intentando tocar pero sin profundizar demasiado, aunque al propio Damiao le fue anulado un gol en la primera parte por claro fuera de juego.
Pero, la canarinha intentó jugar por el medio del ataque olvidándose de las bandas, y así muchos balones fueron interceptados por los defensas africanos. No obstante, la superioridad numérica permitió a los sudamericanos mantener un control general del partido, pero mostrándose al igual que en la Copa América como un equipo que aún no está bien amalgamado.
Aún así, Brasil se reveló mucho más peligroso que su rival ante los tres palos. No sólo Ronaldinho estuvo a punto de anotar, también el zaguero central Lucio casi abre la cuenta apenas comenzado el partido. Aunque sobre el primer cuarto de hora, Sulley Muntari exigió al experimentado guardavallas Julio César.
Ghana, más nerviosa con un jugador menos y tomándose muy en serio el envite, acumuló media docena de tarjetas amarillas y una roja por reincidencia, mientras que Brasil sólo vio dos áureas. Sin embargo, el árbitro inglés Mike Dean pudo haber estado demasiado duro al decidir enviar a Opare a las duchas cuando se había jugado poco más que un tercio del partido.
Resumiendo, éste fue sólo un partido de fogueo del cual no se pueden sacar grandes conclusiones sobre ninguno de los equipos. Brasil busca reencontrarse con él mismo, mientras Ghana busca revalidar como uno de los mejores equipos del continente africano.