Tras eliminar en octavos a Argentina, su bestia negra en los últimos años, la selección de Brasil buscará este miércoles ganar a Serbia para volver a disputar unas semifinales de un Mundial, instancia a la que no llega desde hace 28 años.
Son muchos años de sequía para la selección más laureada del básquet latinoamericano, pero que parece que pueden llegar a su fin tras haber superado la barrera de los octavos, haciéndolo además ante Argentina.
El contundente triunfo ante la Albiceleste (85-65) el pasado domingo ha insuflado tal confianza en el equipo que los seguidores brasileños ya hablan sin tapujos de luchar por las medallas... aunque queda aún el escollo de Serbia, el miércoles a las 18h00 GMT en el Palacio de los Deportes de Madrid.
"Sin duda, esa victoria nos ha quitado un peso de encima", declaró Tiago Splitter tras la victoria ante Argentina. El pivote de San Antonio Spurs era uno de los numerosos jugadores de la Verdeamarelha que habían sufrido las derrotas ante la Albiceleste en los últimos años: en octavos del Mundial de Turquía-2010 y en los cuartos los Juegos Olímpicos de Londres-2012.
"Histórico, sensacional, arrasador" fueron algunos de los calificativos utilizados por la prensa brasileña para definir el triunfo ante su archirrival.
Pero la Seleçao no tiene suficiente con haber acabado con la maldición argentina. "No hemos venido aquí para ganar a Argentina. Tenemos sueños más altos y vamos a seguir luchando por ellos. "Ahora nos concentramos en ganar a Serbia, que es un gran rival, pero tenemos condiciones de ganarles", declaró el base Raulzinho Neto, el héroe de la victoria ante Argentina con 21 puntos.
Ambos equipos se enfrentaron en la primera fase, con victoria para Brasil por 83-71, en un partido en el que la Seleçao jugó muy bien durante los primeros 20 minutos, en los que defendió de manera notable a la estrella serbia Bojan Bogdanovic (se quedó en solo 8 puntos) y gracias también al acierto en el tiro exterior, con un gran Marcos Vieira, autor de 21 puntos, incluidos seis triples.
Pero un horroroso tercer cuarto (con un parcial de 32-12) estuvo a punto de costar el partido a los brasileños, que volvieron a reaccionar en los últimos minutos para ganar con solvencia.
Ante Grecia en octavos, Serbia demostró no obstante un potencial mucho mayor de lo que había mostrado en el grupo A, en Granada, donde perdió ante España, Francia y Brasil. Jugó un partido muy serio ante los griegos, con un gran defensa e inspirados en ataque, tanto en la pintura como en el exterior, por lo que la victoria serbia fue sin paliativos (90-72).
- Otra Serbia a la de Granada -
La clave para Brasil estará en si puede imponer su poderío interior y si además acompaña el tiro exterior (con Marcelinho Huertas, Vieira o Neto) tendrá mucho ganado.
Los brasileños ya sueñan con ganar a Serbia y volver a disputar una semifinal después de 28 años y lograr una medalla mundial que no gana desde 1978. Demasiado tiempo para un equipo que ha disputado todos los mundiales y que ganó seis medallas (incluidos dos oros) en los primeros ocho campeonatos del mundo disputados.
- Última oportunidad -
"No podemos desperdiciar esta oportunidad que para algunos será la última", han coincidido estos días varios jugadores, sobre todo los más veteranos.
"Creo que podemos ganar una medalla, pero ante tenemos que pasar por la batalla de Serbia. Tenemos que ir paso a paso", declaró Neto.
El optimismo llega también a seguidores y analistas. Uno de los comentaristas de 'basquete' más reputados en Brasil, Marcius Azevedo, ha escrito en una columna de opinión publicada por la Federación que "Brasil tiene una oportunidad real de ganar una medalla".
Pero el veterano técnico Rubén Magnano ha advertido del peligro de Serbia: "Es una gran selección europea, con jugadores muy técnicos y no podemos jugar pensando en la victoria de Granada. Será otra situación y otra historia".