Brasil: inflación, de 0,43% en marzo | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Abril de 2016

Los precios en Brasil subieron 0,43% en marzo y mantuvieron la curva descendente iniciada en 2016, que recortó la inflación medida a 12 meses a un dígito por primera vez desde octubre del año pasado.

 

El índice IPCA de marzo es el menor para este mes desde 2012 y representa menos de la mitad del 0,9% registrado en febrero. En marzo de 2015, la tasa fue de 1,32%.

La previsión promedio de los analistas consultados por el diario Valor económico era de un aumento de precios de 0,45% en marzo.

El acumulado a 12 meses fue de 9,39%, el más bajo desde junio de 2015 y por primera vez por debajo del 10% desde octubre (cuando había llegado a 9,93%), precisó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

 

Los datos son una bocanada de oxígeno para uno de los problemas económicos más sensibles de la crisis que vive el país, que se encamina a su peor recesión en casi un siglo.

 

En marzo se produjo un salto en los costos de los bienes alimentarios y bebidas (1,24%) y en el capítulo de salud (0,78%). En contrapartida, los costos de vivienda cayeron 0,64%.

"Alimentos y bebidas, grupo que tiene un peso de 25,52%, el mayor en el presupuesto familiar, presentó una variación de 1,24% y dominó el índice mensual, con un impacto de 0,32 puntos porcentuales, el 74% del índice", dijo el IBGE en su reporte.

Brasil cerró el año pasado con una inflación de 10,67%, la mayor en 13 años, que se conjugó con la mayor caída del PIB en 25 años (3,8%). 

 

El mercado proyecta una contracción del PIB de 3,73% y una inflación de 7,28% en 2016, según el último sondeo realizado por el Banco Central.

 

La entidad rectora del sistema financiero revisó el mes pasado su previsión para la variación de precios a 6,6% para fin de año, desde el 6,3% previo. El banco prevé ahora una trayectoria de incremento de precios de 6,6% en 2016, de 4,9% en 2017 y de 4,5% (el centro de su meta) en el primer trimestre de 2018.

 

La inflación ha pasado a ser un problema de primer orden en la atribulada economía brasileña, a cuatro meses de la celebración de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.

 

Con la recesión como telón de fondo, se desencadenó una aguda crisis política que tiene contra las cuerdas a la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio de destitución por supuesto maquillaje de las cuentas públicas durante en 2014, año de su reelección, y principios de 2015.