Brasil despertó para ganar Confederaciones | El Nuevo Siglo
Domingo, 30 de Junio de 2013

Brasil dejó sin opciones a España y la apabulló 3-0 en la final de la Copa Confederaciones, donde el equipo despertó a tono con el eslogan “Brasil acordou” que entonan los manifestantes en las calles brasileñas desde hace dos semanas.

Vaya forma de recordarle a las 73.531 personas presentes en el mítico Maracaná que Brasil -al igual que todos los equipos históricos del mundo del fútbol- puede dormir un tiempo, pero cuando despierta lo hace a pleno: cuarta Copa Confederaciones, en casa. El primer gran título brasileño en el Maracaná desde el triunfo en la Copa América-1989.

 

Y más importante, los aficionados pueden esperar ahora por el Mundial-2014 con otra esperanza, al menos en lo deportivo. En las calles cercanas al Maracaná hubo otra batalla campal entre miles de personas que no están de acuerdo entre otras cosas con el gasto público para la Copa del Mundo.

En el campo de juego Fred abrió el marcador a los 2 minutos para marcar el tono de una noche que se tiñó de amarillo a ritmo con las tribunas del “Maraca” como lo llaman los locales.

La joya Neymar clavó un zurdazo a los 44 y otra vez Fred puso el tercero recién iniciado el complemento a los 47 minutos.

Sergio Ramos falló un penal a los 55 minutos, señal inequívoca que no era la noche de los españoles.

La máquina roja nunca funcionó con todos sus cilindros a pleno. Andrés Iniesta y Xavi parecían lentos y faltos de ideas en el segundo tiempo.

Y se precisaban muchas ideas para superar el sistema defensivo de Brasil, muy aplicado en la marca y en la presión en el medio del campo.

 

La apatía de España parecía tal que por momentos Brasil solamente defendía con tres hombres.

Si Cesare Prandelli, DT de Italia, halló la llave para romper el juego español, el entrenador brasileño Luiz Felipe Scolari y sus jugadores se encargaron de que eso rindiera en las redes de Íker Casillas.

 

Neymar, como se esperaba, fue nombrado el mejor jugador del torneo, seguido por Iniesta y Paulinho.

Fernando Torres, con sus cinco goles, se llevó la Bota de Oro. Nada mal para un hombre que comenzó el torneo como suplente de Roberto Soldado. Claro, lo ayudó ser el centro-delantero titular ante la bisoña Tahití.

Para la anécdota quedó el hecho de que España, pese a ser el favorito, no pudo conseguir su propia versión del 'Maracanazo' uruguayo de 1950. Además perdió un invicto de 29 partidos oficiales. Los ibéricos no perdían desde junio de 2010 en el debut del Mundial de Sudáfrica.

 

“De vez en cuando es importante perder. No nos sentimos contentos, claro que no, debemos analizarla (la derrota), pero nuestros antecedentes nos hacen ser optimistas (...)”: Vicente del Bosque.