El gobierno de Brasil negó que pretenda lanzar un paquete de impuestos para equilibrar sus finanzas, y dijo que en el largo plazo buscará reducir a un 50% el peso de la deuda pública bruta sobre el PIB.
Hasta noviembre las obligaciones del gobierno federal representaban el 63% del PIB.
"No tenemos objetivo alguno de hacer un saco de maldades o paquetes (tributarios), pero tendremos que tomar algunas medidas", dijo el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, en un encuentro con periodistas.
Forzado a una política de austeridad ante el crecimiento prácticamente estancando de la economía, el gobierno de Dilma Rousseff decidió reducir gastos de funcionamiento y restringir el acceso a beneficios como el seguro de desempleo y la pensión por muerte.
En el cargo desde el 1 de enero, Levy ya anticipó una revisión de impuestos como parte del ajuste fiscal, lo que generó nerviosismo en los brasileños en medio de la desaceleración económica y la alta inflación, que cerró 2014 en 6,4%.
No obstante, el ministro insistió en que el gobierno buscará poner las cuentas en orden sin retirar los beneficios sociales que le han permitido a casi 40 millones de personas salir de la pobreza en la última década.
"Probablemente tendremos que pensar en reequilibrar algunos impuestos, incluso porque algunos fueron reducidos hace algún tiempo. Y ese ingreso está haciendo falta", dijo Levy el viernes.
De otro lado, el ministro consideró como un "objetivo de largo plazo perfectamente lícito y positivo" la reducción del peso de la deuda pública bruta sobre el PIB./AFP