La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el presidente de China, Xi Jinping, se reunirán el próximo 17 de julio en la ciudad de Brasilia (centro) para profundizar los vínculos económicos entre los dos países, aseveró una fuente oficial.
Estas relaciones bilaterales abarcan desde el comercio y las inversiones, hasta una importante cooperación tecnológica y científica, afirmó en entrevista para Xinhua el director del Departamento de Asia del Este de la cancillería, embajador Francisco Mauro Brasil de Holanda.
Expuso que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil ha hecho un balance "muy positivo" de los vínculos económicos bilaterales, a propósito de que este año se celebran cuatro décadas de relaciones diplomáticas.
China es el principal socio comercial brasileño desde 2009, lapso en el que se ha posicionado como fuente de importantes flujos de inversiones externas para Brasil, expresó.
Brasil, por su parte, se sitúa en el octavo lugar entre los socios comerciales de China.
"El comercio ha tenido un desempeño extraordinario, a pesar de que nosotros, de lado brasileño, esperamos que ese crecimiento cuantitativo pueda ser también cualitativo en el área de exportación", señaló el embajador.
Holanda recordó que cerca de 80 por ciento del valor de los productos exportados por Brasil son de tipo primario, al contrario de lo que ocurre con las exportaciones chinas.
"Nosotros no somos absolutamente contrarios a la exportación de productos primarios. Lo que nos gustaría es que la composición fuese más equilibrada, porque cuanto más diversificada es la pauta, el país sufre menos con las oscilaciones del ciclo económico", explicó.
Otro de los temas comerciales que el gobierno brasileño quiere tratar en la cumbre bilateral, es el referente al restablecimiento en el flujo de carne, interrumpido a partir de un caso de la enfermedad conocida como "vacas locas".
El caso se registró en el país sudamericano en 2012, y según las autoridades sanitarias locales fue por negligencia.
El embajador explicó a Xinhua que Brasil pretende ampliar el número de frigoríficos habilitados para exportar al mercado chino carne bovina, porcina y de pollo.
Los cambios en la fisonomía económica de China, en especial la intensificación del proceso de urbanización, traen consigo nuevos hábitos de consumo y un aumento en la renta, expuso el diplomático.
Comentó que "Brasil está haciendo un esfuerzo muy grande en la diversificación de sus ventas a China y en la identificación de mercados".
Una de las consecuencias del proceso de urbanización, "será un interés cada vez mayor de la población china por servicios, moda, turismo, publicaciones y productos audiovisuales, áreas en las que Brasil tiene mucho que ofrecer", apuntó.
Comentó que en territorio chino se han instalado firmas como WEG (motores) y Embraco (compresores), además de industrias de calzado y textiles como Coteminas.
El diplomático brasileño también destacó el volumen creciente de empresas chinas que se instalan en el país sudamericano, y su interés en obras de infraestructura y ferrocarriles.
Se refirió, además, a su diversificación en sectores industriales como equipo pesado.
"En un primer momento, esas inversiones se concentraban más en sectores que reflejaban la pauta de exportación de Brasil a China, como actividades de minería, agroindustria y petróleo", dijo.
Agregó que "sabemos que hay el interés en venir por parte de empresas productoras de equipamiento portuario, tecnología de la información y equipamiento eléctrico", puntualizó.
En el sector financiero, comentó el embajador a esta agencia informativa, hay tres bancos importantes que operan en Brasil: el Banco de Desarrollo de China, el Banco de China y el Banco de Comercio e Industria de China.
"Hace unas semanas recibimos al presidente del Banco de Desarrollo de China y nos relató el trabajo que están haciendo. (Por ejemplo), crearon una plataforma de informaciones para inversionistas chinos interesados en el mercado local", dijo. /XINHUA