La presidenta brasileña Dilma Rousseff autorizó la concesión de bloques petroleros por primera vez en cinco años en 2013, aunque la decisión está sujeta a la aprobación de una ley de royalties en el Congreso, informaron el martes fuentes oficiales.
La confirmación de las dos rondas de licitaciones depende no obstante de que la Cámara de Diputados apruebe la ley que redistribuye los royalties del petróleo, un polémico tema que enfrenta a estados brasileños productores y no productores de crudo, precisó el gobierno.
"La presidenta Dilma Rousseff autorizó hoy (martes) la realización de la 11ª ronda de licitaciones de bloques exploratorios de petróleo, que debe tener lugar en mayo de 2013, en fecha a ser establecida por la ANP", indicó la estatal Agencia Nacional del Petróleo (ANP) en un comunicado.
El ministro de Energía, Edison Lobao, hizo el mismo anuncio en conferencia de prensa y añadió que bloques de los yacimientos petroleros del "pre-sal", situados unos seis km bajo el suelo marino, serán licitados en noviembre de 2013.
En la ronda de mayo serán licitados 174 bloques de exploración, la mitad en mar y la mitad en tierra. Según dijo Lobao, los bloques en el mar están a la altura del estado de Amapá y por ende lejos de los yacimientos del "pre-sal", situados en la costa entre los estados de Santa Catarina y Espirito Santo, todos con costa sobre el Atlántico.
Según el ministro, todo depende de la aprobación de la nueva ley de regalías en el Congreso.
"El gobierno conversa con la Cámara de Diputados con vistas a asegurar que el proyecto de ley será aprobado con la anticipación necesaria. Estamos convencidos de que la Cámara votará sin mayores problemas, incluso este año, la ley de royalties. Cuando sea votada la ley, tendremos certezas sobre cómo autorizar la licitación con vistas al pago de royalties", dijo Lobao, citado por la prensa brasileña.
Brasil no abre desde 2008 licitaciones en áreas petroleras con gran potencial de explotación. Tras el descubrimiento de los yacimientos del "pre-sal" en 2007, el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, predecesor de Rousseff, decidió suspender las licitaciones para aplicar un nuevo marco regulatorio del sector.
La nueva división de regalías propuesta por el gobierno fue aprobada por el Senado, pero está bloqueada en la Cámara de Diputados. Los estados no productores de crudo quieren repartir los royalties entre todos, mientras los productores dicen que serán perjudicados por esa decisión.
Joao Carlos de Luca, presidente del Instituto Brasileño de Petróleo (IBP), que agrupa a las empresas nacionales y extranjeras del sector, se congratuló de la noticia en la exposición Rio Oil and Gas que se celebra esta semana en Rio de Janeiro.
"Es una noticia extraordinaria", dijo de Luca a periodistas.
Rousseff "supo evaluar las necesidades de la industria. Como industria, estamos contentos. Era la señal que queríamos del gobierno para el retorno a la normalidad de las licitaciones. Y el gobierno va a tener una respuesta positiva de los productores de petróleo y gas", añadió.