Bosa, la localidad más segregada | El Nuevo Siglo
Martes, 20 de Agosto de 2013

“Toda la parte sur-occidental de la ciudad, como Bosa, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe son casos complejos donde la segregación es muy marcada; son zonas muy deprimidas, sin salud, educación, servicios insuficientes, etc., que pueden disminuir su nivel de segregación con el acceso a nuevos equipamientos, vías y el mejoramiento de las viviendas, lo cual aumentaría el nivel de calidad de vida”.

Así lo aseguró el Secretario Distrital de Planeación, Gerardo Ardila, durante su intervención en el Seminario “Bogotá, una ciudad que lucha contra la segregación”, realizado en el Auditorio Huitaca de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

De acuerdo con el estudio Segregación Socioeconómica en el Espacio Urbano de Bogotá 2008-2011, presentado durante el Seminario, realizado por la Secretaría Distrital de Planeación y la Universidad Nacional de Colombia, Bosa es la localidad más segregada y Teusaquillo cuenta con las mejores condiciones urbanas de vida. Esta es la caracterización de estas dos localidades.

La segregación por acceso, es decir, la que se relaciona con los bienes y servicios públicos ha disminuido para los estratos bajos en 6 por ciento y altos en 16 por ciento, es decir, que en promedio la ciudad redujo un 11 por ciento esta problemática. Esta información es el resultado del estudio de Segregación Socioeconómica en el Espacio Urbano de Bogotá 2008-2011, en el que se midió la evolución de esta problemática en la ciudad, en comparación con los resultados presentados sobre esta temática para el año 2007.

Las localidades de Teusaquillo, Usaquén, Engativá, Fontibón y Suba registran el menor nivel de segregación. Bosa, Usme, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Rafael Uribe tienen los mayores porcentajes con esta problemática.

Los resultados de la investigación también mostraron que la segregación residencial socioeconómica en Bogotá aumentó un 9 por ciento, especialmente en los estratos altos, mientras que en los bajos se mantiene constante en el 2 por ciento.

El estudio aplicó medidas de segregación espacial como el Índice de Segregación de Acceso Socioeconómico (SAS), que incluye la dotación de bienes y servicios urbanos como vías y espacios públicos, y el Índice de Segregación Residencial (ISR) que mide los ingresos, gastos, consumo de vivienda y la inversión en capital humano (educación). Estos factores son determinantes para calcular el nivel de segregación en Bogotá. 

Existe una fuerte asociación entre la desigualdad del ingreso y la segregación y se determina por medio de una medida estándar internacional llamada GINI, que arroja resultados entre cero y uno. Países con GINI alrededor de 0,3 como Chile, tienen baja segregación, y Bogotá en el 2011 registró 0,54.

“A pesar de que hemos logrado superar los niveles de pobreza en la ciudad y hemos disminuido el nivel de segregación, Bogotá, comparada con otras ciudades del país, especialmente con las intermedias, sigue  teniendo niveles muy altos de segregación. Por esta razón, la lucha contra la segregación es el eje fundamental de la Bogotá Humana, todo lo que estamos haciendo de la organización del territorio en torno del agua y el fortalecimiento de lo público apunta directamente a la disminución de esta problemática”, expresó Ardila.

“Existe segregación cuando se concentra en un mismo lugar gente con las mismas características, ya sea por condiciones sociales, económicas, religiosas, de género, etc. Cuando existe mezcla social la segregación disminuye. La segregación tiene muchas dificultades y consecuencias como la movilidad social y aumenta las brechas en la capacidad de ingreso. Si hay malas escuelas en los barrios pobres, los resultados de los estudiantes no serán buenos, es decir, su competitividad es menor comparada con la que tienen los menores con alta calidad en la educación. Lo ideal de la no segregación es que los niños ricos y pobres estudien en el mismo lugar”, manifestó Jorge Iván González, asesor de la SDP.