Más de 50 obras, de diversos géneros fueron traducidas. Sorprende acogida a la narrativa y el comic. Roberto Salazar y su exitosa labor de curaduría
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MOSTRARLE al mundo que Gabriel García Márquez no es la única gran pluma de nuestro país, contar que la vida de los colombianos no es como el universo casi de fantasía de Cien Años de Soledad, o un campo de batalla como el de las narconovelas, y que la nación tiene una riqueza literaria enorme, no es tarea fácil.
Es por esto que el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional tomaron el reto de llevar la literatura colombiana a un país con una riqueza cultural imponente: Francia. De hecho serán las letras las encargadas de cerrar, con broche de oro, el año de la alianza binacional, para romper estereotipos y quedarse en el corazón de los francófonos.
Para esta temporada, iniciada meses atrás, el librero se despolvó y aterrizó en teatros como el Maison de la Poésie, de París, uno de los muchos escenarios donde ha sido expuesta la vasta propuesta literaria contemporánea colombiana, y que hoy por hoy va desde la novela hasta el comic -novato en ésta edición-.
El proyecto que consiste en la traducción y promoción de más de 50 obras, ha sido reconocido y admirado por los franceses, los que han evidenciado un gran interés por la narrativa colombiana. Por esto, El NUEVO SIGLO habló con Roberto Salazar, asesor especial del Ministerio de Cultura y coordinador de la traducción de las obras y el montaje de los eventos en Francia.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál fue su papel en este proyecto literario?
ROBERTO SALAZAR: Este es un trabajo que venimos haciendo desde hace un año y medio, el cuál empezó en la Feria del Libro de 2016. La idea era explorar el terreno, hacer un “scouting” de lo que se estaba produciendo en Colombia, un recorrido en el encontramos grandes cosas. Desde allí, iniciamos un arduo trabajo realizado entre la Biblioteca Nacional y el Ministerio, el cuál consistía en construir un catálogo de obras que pudieran publicadas en francés por editoriales que promueven la literatura internacional. Tuve que coordinar lo que se iba a presentar, leer y releer mucho. Tenían que ser textos muy atractivos para el mercado francés.
ENS: ¿Y cuáles han sido los resultados de esa labor?
RS: En lo corrido del año, no sólo hicimos la traducción de más de 50 obras, entre las que se encuentran antologías, cuentos, obras completas, de bolsillo, entre otros, sino que también nos encargamos de promocionar a los escritores, llevarlos a Francia y que el público tuviera la oportunidad de conocerlos.
Hicimos conversatorios, exposiciones con autores como Héctor Abad, Juan Gabriel Vásquez… Además de que éste año nos abrimos a un público más joven. Este año la gran novedad fue la traducción de cómics, los cuales tuvieron gran recibimiento por parte del público.
ENS: Hablemos un poco de ese género, ¿por qué apostarle a la traducción de cómics, cuando en Colombia el mercado no es tan fuerte?
RS: Fue un trabajo muy interesante. Trabajamos con editoriales independientes como Laguna de Libros que traían propuestas muy interesantes. En total fueron 15 autores los que se trajeron y se recopilaron en una antología.
Contrario a lo que se piensa, la producción de cómics en Colombia ha crecido mucho, hay mucho talento, de hecho somos el segundo mayor productor de cómics de América Latina, superados sólo por Argentina, país que claramente tiene una producción y consumo mayor, pero la de nosotros no se queda atrás. No tenemos nada que envidiarles a países como Argentina o México.
ENS: Además de la traducción de libros, se hicieron varios conversatorios literarios con escritores como Héctor Abad, ¿Cómo fue la acogida en Francia?
RS: Hubo mucho público, había tanto franceses como colombianos que viven allí La respuesta fue increíble, no sólo del público, sino también de la prensa, nuestros eventos, escritores y libros se han posicionado en las secciones culturales francesas, recibiendo un cubrimiento muy fuerte, tal como en el caso del periódico Le Monde, el cuál ha sido de gran ayuda para impulsar nuestros proyectos en el país galo.
ENS: ¿Cómo fue la experiencia de llevar la literatura colombiana a un país que tiene una cultura literaria muy fuerte, antigua y consolidada como la francesa?
RS: ¡Muy difícil! Francia tiene una tradición cultural muy antigua. Y el problema es que ellos no conocen a los autores más importantes de Colombia, así que ha sido un reto grande posicionar a estos autores clásicos dentro de un contexto como el francés.
Tuvimos el reto de escoger autores que tuvieran la capacidad de quedarse en la memoria de los lectores y que a través de las palabras, ellos vivan la experiencia de entender a Colombia. Y aunque la tarea no termina, tenemos que decirle al mundo que Gabriel García Márquez no es el único autor colombiano bueno, que la lista es larga, y que nuestra literatura no sólo es realismo mágico, pues también existe el realismo de las ciudades, el cotidiano.
Esta es una oportunidad única, el país está en un momento cúspide. La calidad es impresionante, los autores están sacando propuestas muy interesante, diversas y creativas, y eso lo queremos impulsar por medio del cambio de imagen que está teniendo el país.
La literatura nos da la posibilidad de alejarnos de la imagen cliché de Colombia, alejarnos del retroceso que se produce con series como las de narcos y de mostrar la mejor cara del país, una que aún es desconocida.
ENS: ¿Se podría decir entonces que el criterio para escoger los textos fue la capacidad de mostrar la identidad colombiana?
RS: El criterio no se limitó a eso. Hicimos un estudio de varios meses, de mucha lectura, en el que se trabajó mucho con las editoriales para escoger las antologías. Fue más que todo un trabajo en conjunto, entre las editoriales y nosotros. Además queríamos exponer y traducir lo mejor de la literatura colombiana contemporánea.
Para el cierre de este año, Colombia será el país invitado en la Red de Bibliotecas de París, donde se harán 72 encuentros donde los libros y los autores nacionales serán los protagonistas.
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