Como “horrible” y “cobarde” calificaron los líderes mundiales el atentado suicida contra la sede de Naciones Unidas en Abuja, la capital de Nigeria, ocurrido en la mañana de ayer y que dejó al menos 18 muertos y ocho heridos, al tiempo que causó graves destrozos al edificio donde seguían bloqueados varios empleados de la organización internacional.
"Por ahora, tenemos 18 muertos y ocho heridos", declaró en rueda de prensa Mike Zuokumor, responsable de la policía en la capital federal de Nigeria. "Fue un auto Honda. El autor del atentado murió en el acto y su cadáver quedó en tres pedazos", precisó.
"Un hombre llegó al volante de un auto, forzó la entrada y embistió contra el edificio", explicó bajo anonimato un agente de seguridad que se encontraba en el lugar del atentado.
Otro testigo corroboró esta versión. Según él, la explosión se produjo después de que un auto sospechoso entrara por la puerta principal del edificio, que se encuentra en la zona diplomática de la capital nigeriana, cerca de la embajada norteamericana.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el "atroz" atentado. "Es una agresión contra quienes pusieron su vida al servicio de los demás. Condenamos totalmente este acto atroz", dijo Ban y agregó que se preveían bajas "considerables".
El presidente estadounidense Barack Obama también condenó "firmemente" este atentado "horrible y cobarde".
La Unión Europea repudió "este ataque insensato contra la ONU y su personal", afirmó el presidente de la institución Herman Van Rompuy, en un comunicado.
El presidente del Parlamento europeo, Jerzy Buzek, añadió que "atacar a Naciones Unidas es un ataque contra toda la comunidad internacional".
El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, calificó el atentado de "bárbaro, absurdo y cobarde", reafirmó el compromiso de su país "para combatir cualquier forma de terrorismo en Nigeria" y prometió que su gobierno "no escatimará esfuerzos para llevar ante la justicia a los autores" del atentado.
En una llamada a la AFP, un hombre que afirmó ser el portavoz de la secta islámica Boko Haram reivindicó la autoría del ataque suicida./AFP