Domingo, 5 de Agosto de 2012
El ejército sirio, que terminó su despliegue alrededor de Alepo, continuaba bombardeando este domingo el bastión rebelde y se enfrentaba a los insurgentes en diferentes zonas de la ciudad, preludio a la ofensiva mayor que se prepara a lanzar para controlar esta metrópoli del norte de Siria.
La jefa de la diplomacia estadoundiense, Hillary Clinton, viajará el sábado a Turquía, que desempeña un papel importante en la ayuda a los rebeldes, para hablar del conflicto con Siria, anunció el departamento de Estado.
En Alepo (355 km al norte de Damasco), la Fuerza Aérea siria bombardeó este domingo los barrios de Shar y Sajur (este) y el de Salahedin (oeste), sitiado por el ejército, informó el opositor Observartorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
También había combates en otras zonas de este pulmón económico de Siria, precisó esta organización no gubernamental con sede en Londres que obtiene sus informaciones de militantes y testigos en el país.
Este domingo el ejército terminó de reforzar sus tropas en Alepo y está listo para la batalla "decisiva", anunció a la AFP una fuente de seguridad.
"Todos los refuerzos llegaron y rodean la ciudad. El ejército está listo para lanzar la ofensiva decisiva, pero aún espera órdenes", afirmó esta fuente. "Sin embargo, la guerra podría durar porque habrá batallas en la calle para desalojar a los terroristas" de esta ciudad, añadió.
Un importante responsable de la seguridad de la región de Alepo afirmó el sábado que la batalla de Alepo no había empezado y que los bombardeos no eran más que sus preparativos. Al menos 20.000 militares se encuentran ya en a ciudad, dijo.
Según el diario oficial Al Watan, cercano al poder, "la misión actual (del ejército) consiste en asestar duros golpes a los terroristas, estrechar el cerco y reforzar el control de entradas a la ciudad para impedirles huir".
Este diario añadió que "entre 6.000 y 8.000 terroristas" se encuentran en Alepo y que "cientos de ellos han muerto o resultado heridos".
Los rebeldes afirman que controlan la mitad de la ciudad y que a pesar de los bombardeos, de la artillería y de la aviación militar, los soldados no logran avanzar en tierra.
Situación paralizada
Según periodistas de la AFP en el lugar, la situación parece paralizada. Los combatientes del Ejército Sirio Libre (ESL, formado por desertores y civiles que tomaron las armas) se enfrentan violentamente con las tropas del régimen en Salahedin, pero cada uno sigue esperando la gran ofensiva.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición, acusó en un comunicado al ejército de bombardear instituciones públicas que forman parte del patrimonio arquitectónico de Alepo.
En el otro frente principal del conflicto sirio, el de la capital, el ejército afirmó el sábado que controla totalmente Damasco tras reconquistar el barrio de Tadamun.
Por otra parte, según Marwan Abdel Aal, de la sección libanesa del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), 600 familias palestinas, provenientes de Siria, llegaron al Líbano el fin de semana por los violentos combates dentro y alrededor del campamento de Yarmuk en Damasco.
La violencia dejó al menos 47 muertos, de ellos 31 civiles, 10 soldados y seis rebeldes, según el OSDH que ha recontado más de 21.000 muertos desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad en marzo del 2011.
Tres oficiales de los servicios de inteligencia política en la capital desertaron y se refugiaron en Jordania, dijo a la AFP Kasem Saad Edin, portavos del ESL en Siria. Este domingo también el primer cosmonauta sirio, el general Mohamad Ahmad Fares, de 61 años, huyó a Turquía.
Iraníes secuestrados
En la región de Damasco, lugar de peregrinación chiita, 48 peregrinos iraníes que viajaban en autobús al aeropuerto fueron secuestrados el sábado, según las autoridades sirias e iraníes. Irán pidió a Turquía y a Catar, que apoyan a los rebeldes sirios, su intervención para que sean liberados.
En un vídeo emitido por la televisión Al Arabiya, los insurgentes afirmaron que entre los rehenes se encuentran miembros de los Guardianes de la Revolución, un cuerpo paramilitar del régimen iraní.
Pero un responsable de la oposición acusó al grupo extremista sunita Jundalá, activo en la provincia iraní de Sistan-Caluchistán, de estar detrás de este secuestro así como de la muerte de 15 partidarios del régimen en Yalda, en el sur de Damasco.
En Yalda, en un vertedero de basura, una periodista de la AFP vio el sábado una quincena de cuerpos, algunos de ellos quemados o mutilados.
AFP