Al menos dos personas, una de ellas un adolescente, murieron este viernes en bombardeos realizados por grupos de ex rebeldes aliados del Ejército libio en la ciudad de Bani Walid, que fue bastión del régimen de Muamar Gadafi, según una fuente médica.
"Hemos recuperado los cuerpos sin vida de dos personas y 16 heridos", declaró el subdirector del hospital de Bani Walid, Abdalá al Mansuri.
Las dos personas fallecidas son un adolescente de 13 años y un hombre de unos 50 años, añadió.
"Los bombardeos siguen y el balance podría agravarse", según la misma fuente.
El comandante militar de la ciudad, Salem al Waer, indicó por su lado que los bombardeos se intensificaban.
"Cinco personas murieron y más de 40 casas fueron destruidas por cohetes y obuses de mortero", declaró por teléfono a la AFP.
Los choques entre los combatientes de Bani Walid y los grupos de ex rebeldes de Misrata se concentran en las inmediaciones de la ciudad, sobre todo en el valle cerca de Mardum, dijo, y precisó que sus hombres "controlan la ciudad".
Un ataque lanzado el miércoles por los grupos de ex rebeldes que operan coordinados con el Ejército libio dejó al menos 11 muertos y decenas de heridos, según fuentes locales.
La brigada Escudo de Libia, dependiente del Ministerio de Defensa, afirma que recibió instrucciones para avanzar el miércoles pasado hacia Bani Walid, mientras que el portavoz del jefe de Estado Mayor, coronel Ali al Chiji desmintió que el Ejército hubiera dado tal orden.
El ataque del miércoles coincide con el primer aniversario del anuncio de la "liberación" de Bani Walid, ciudad acusada de haber apoyado el régimen de Muamar Gadafi durante la revolución de 2011.
La ciudad cayó en manos de los rebeldes el 17 de octubre de 2011, solo tres días antes de la caída del régimen tras la muerte del dictador en su ciudad natal de Sirte.
Pero desde hace meses, los rebeldes acusan a la ciudad de cobijar a criminales y seguidores del antiguo régimen buscados por la justicia, y quieren que Bani Walid sea "purgada".
La amenaza de un asalto pesaba desde hace semanas sobre Bani Walid tras la muerte de un ex rebelde de Misrata, Omran Ben Chaabane, de 22 años, secuestrado y torturado en la ciudad.
El deceso exacerbó las tensiones entre Misrata y Bani Walid, ciudades vecinas y rivales históricas, que se alinearon en campos opuestos durante el conflicto el año pasado.
Los jefes tribales de Bani Walid rechazan la entrada de "milicias fuera de la ley" en su ciudad y dudan de la neutralidad del "Ejército nacional", que consideran inexistente.
Los dignatarios temen una situación similar a la de Tuarga, donde los habitantes acusados de participar en las exacciones del antiguo régimen contra Misrata durante el conflicto de 2011 fueron expulsados y sus viviendas, destruidas e incendiadas.