Al menos 121 personas murieron en bombardeos con barriles explosivos lanzados este fin de semana por el ejército sirio contra diferentes barrios de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, en uno de los bombardeos más mortífero llevados a cabo por el régimen.
Unas 36 personas murieron el domingo en bombardeos de la aviación siria con barriles de explosivos contra barrios del este de Alepo, indicó a la AFP el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El sábado, "al menos 85 personas murieron cuando helicópteros lanzaron barriles de explosivos sobre barrios controlados por los rebeldes" en Alepo, excapital económica del país, afirmó esta organización con sede en Gran Bretaña.
Hay que remontar al 15 de diciembre para tener un balance de víctimas tan elevado en un bombardeo similar, con 76 muertos entonces.
Entre las víctimas figuran 65 civiles, entre ellos 13 niños, precisó el OSDH, que se basa en un amplia red de activistas y médicos.
Además, diez yihadistas del Frente al Nosra, brazo de Al Qaida, murieron en uno de sus cuarteles generales, mientras que también fueron hallados diez cadáveres que no pudieron ser identificados.
Paralelamente, el ejército lanzó una ofensiva para entrar en los barrios del este de esta ciudad, controlados por los rebeldes desde julio de 2012.
Según el diario Al Watan, cercano al poder, el ejército "limpió" la mayoría del barrio de Qaram al Tarab, al este, y el de Bani Zeid, al norte.
En el centro de Siria, cerca de la frontera con Líbano, se llevaban a cabo "importantes operaciones militares", según el diario, destinadas a apoderarse de Zara, una localidad mayoritariamente Turkmena, cercana al famoso castillo el Crac de los Caballeros.
El OSDH confirmó que el ejército conquistó la mayor parte de Qaram al Tarab, en Alepo, y que se libran combates en Zara.
El Observatorio informó además sobre bombardeos en Mléha, una localidad al sureste de Damasco, que mataron a siete personas.
El régimen denuncia las "mentiras" de la oposición
Tras el fracaso de la conferencia de paz Ginebra II, el viceministro sirio de Asuntos Extranjeros, Faysal Moqdad, criticó este domingo a la oposición, acusándola de "mentiras e hipocresía ante el pueblo sirio y el mundo entero" desde hace tres años.
Según la agencia Sana, Moqdad trató a los miembros de la oposición de "mercenarios manipulados por las fuerzas extranjeras" y dijo que eran "totalmente responsables de la falta de resultados en Ginebra debido a su rechazo a comprometerse sobre principios que ningún sirio puede rehusar: la unidad de Siria, su independencia, y su soberanía".
Para Al Watan, "la guerra ya no es militar, sino que se ha trasladado a los terrenos político y diplomático", "terrenos que los sirios (del régimen) dominan bien".
"Siria posee un poderoso ejército de diplomáticos y políticos capaces de derrotar a quienes se atreven a enfrentarse al país", añade el diario.
Pero Occidente quiere incrementar la presión sobre Damasco para obtener un mejor acceso humanitario en Siria y acelerar la eliminación de armas químicas del régimen, según diplomáticos de la ONU.
Un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU se está preparando para pedir que organizaciones humanitarias puedan acceder a Homs, en el centro del país, y a otras ciudades asediadas, según estas fuentes.
Por otra lado, la guerra en Siria, que en tres años ha dejado mas de 136.000 muertos y millones de desplazados, tiene sangrientas repercusiones en el vecino Líbano, donde empiezan a multiplicarse los atentados con coche bomba.
Un nuevo atentado suicida causó la muerte de cuatro personas el sábado en Hermel, el cuarto en un mes contra este feudo del movimiento chiita libanés Hezbolá, que lucha junto a las tropas del régimen sirio.
El ataque fue reivindicado por el Frente Al Nosra en Líbano, un grupo reciente y que lleva el mismo nombre que la rama oficial de Al Qaida en Siria. Se ignoran sin embargo los vínculos entre los dos grupos./AFP