El ejército sirio bombardeó varios barrios de Alepo, escenario de una batalla decisiva, en un intento por debilitar a los rebeldes, que unificaron su comandancia para ser más eficaces.
En la esfera diplomática, el nuevo emisario de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, seguía en El Cairo para reunirse con representantes de la oposición siria, y "pronto" lo hará en Damasco con el presidente Bashar al Asad.
Tras una mañana de extraña calma, los combates se reanudaron por la tarde entre el ejército y los insurgentes en Alepo, en el norte de Siria, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que se apoya en una red de militantes y testigos.
Los bombardeos continuaron en los barrios de Al Kalasé y Bustan al Qasr, en el sur, en Suleiman al Halabi, en el centro, y en Bustan al Basha, en el norte, indicó un habitante.
"Ahora hay combates en la ciudad vieja", un sector mayoritariamente cristiano, dijo a la AFP.
Cinco personas murieron en el bombardeo del barrio de Sajur (este), y 12 en total en la provincia de Alepo.
Para mejorar su eficacia, los rebeldes, que dicen controlar más del 60% de la ciudad, anunciaron la unificación de sus fuerzas militares en Alepo y su región.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición opositora al presidente Bashar al Asad, se felicitó por el anuncio e invitó al Ejército Sirio Libre a "generalizar esta iniciativa en todas las provincias".
El CNS se pronunció también sobre la ejecución el fin de semana de 20 soldados por parte de rebeldes en Alepo, pidiendo que los autores del crimen sean llevados ante la justicia, ya que "nada puede justificar tales hechos".
Al día siguiente de la muerte de 139 personas en todo el país, este martes había también combates en Damasco y en las provincias de Deir Ezzor (este), Hama (centro) e Idleb (noroeste).
Este martes murieron al menos 36 personas, entre ellas 33 civiles, según el OSDH.
El conflicto, que comenzó en marzo de 2011 con un movimiento de protesta antirrégimen, se ha saldado desde entonces con más de 27.000 muertos, según el OSDH.
La violencia también obligó a desplazarse a decenas de miles de personas.
Angelina Jolie entra en escena
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene en sus registros a más de 250.000 personas, de las cuales 85.197 en Jordania, país en el que se encontraban este martes el jefe de ACNUR, Antonio Guterres, y su emisaria, la actriz Angelina Jolie.
"Alentamos a la comunidad internacional a hacer todo lo que está en su poder para ayudar a estos refugiados", declaró Jolie en una conferencia de prensa en el campamento de Zaatari, subrayando que "hay mucho por hacer".
Antonio Guterres pidió a la comunidad internacional que "ayude (a ACNUR) y al gobierno jordano (...) para que puedan inyectar masivamente fondos para mejorar las condiciones de vida de los refugiados en este campamento".
El nuevo emisario internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, que inició el lunes su misión de paz en El Cairo, proseguía este martes con sus contactos, después de reunirse con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y el presidente egipcio, Mohamed Mursi.
El lunes por la noche, El Cairo acogió una reunión preparatoria del grupo de contacto sobre Siria promovido por Mursi e integrado por representantes de Irán, Egipto, Arabia Saudita y Turquía.
Irán, aliado del régimen sirio, propuso este martes incluir en ese grupo de contacto a dos países aliados, Irak y Venezuela.
Según el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Lajdar Brahimi se reunirá "pronto" en Damasco con el presidente Bashar al Asad.