Por lo menos 13 personas murieron en un bombardeo de los rebeldes en Alepo y otras siete en un atentado con coche bomba en Hasaké, ambas en el norte de Siria, según la prensa oficial.
En Alepo, al menos 13 civiles murieron y otros 85 resultaron heridos al ser alcanzados por cohetes lanzados por rebeldes contra cinco barrios controlados por el régimen sirio en el oeste de la ciudad, informó la televisión pública.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña y una red de fuentes en Siria, informó por su parte de seis muertos y decenas de heridos en esta ciudad, dividida desde julio de 2012 en dos zonas, una bajo control del régimen y otra de los insurgentes.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó un atentado con coche bomba que ha causado siete muertos y 21 heridos en Hasaké, un día después de un doble ataque similar que se cobró decenas de vidas en esta ciudad del nordeste, informó la televisión.
Por otro lado, Rami Abdel Rahman, director del OSDH, dio cuenta de la muerte de dos miembros de las YPG (unidades de protección del pueblo kurdo) y de dos civiles en un ataque a una posición kurda en el noroeste de Hasaké. Más de 30 personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas.
Más de 240.000 personas han muerto y millones han tenido que huir de sus casas desde el estallido del conflicto en Siria en marzo de 2011, cuando el régimen reprimió a sangre y fuego unas manifestaciones antigubernamentales pacíficas. Esto degeneró en una revuelta armada y posteriormente en guerra civil.