La fuerza aérea siria bombardeó este martes el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, al sur de Damasco, donde los rebeldes parecían dominar a los combatientes favorables al régimen de Bashar al Asad.
Varias incursiones aéreas tuvieron lugar en las últimas horas de la tarde del martes contra este campamento, donde también tenían lugar combates, al igual que en el cercano barrio de Tadamun y en otros sectores pobres del sur de Damasco, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Por primera vez en 21 meses de combates, el campamento había sufrido el domingo un bombardeo aéreo tras una importante progresión de los rebeldes en el lugar.
Este martes, los rebeldes, apoyados por grupos palestinos favorables a la rebelión, lograron expulsar del campamento a la mayor parte de los milicianos palestinos favorables al régimen, afirmó el OSDH.
Según la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas encargada de los refugiados palestinos, "al menos 50% de los habitantes abandonaron el campamento" para refugiarse en otro lugar, en particular en Líbano.
"Hay una grave crisis humanitaria en el campamento. No hay hospitales, no hay bomberos, y las calles son inseguras", afirmó un rebelde que se hace llamar Abu Al Sukan.
Los cerca de 490.000 palestinos de Siria, en su mayoría musulmanes sunitas, están divididos frente a la rebelión contra el régimen de Asad, que pertenece a la rama alauita del Islam chiita.
"No cabe duda de que hay palestinos combatiendo con los rebeldes. Durante los tres últimos días hemos visto los cadáveres de combatientes palestinos muertos en la batalla con la oposición en la provincia de Damasco", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
En este contexto, el vicepresidente sirio Faruk al Shareh manifestó abiertamente el lunes sus divergencias con Asad al pronunciarse por una solución negociada del conflicto en Siria, cuando el presidente ha optado por la vía militar para aplastar a la rebelión armada.
En una entrevista al diario libanés prosirio "Al Akhbar", al Shareh aseguró que los desacuerdos sobre la salida de la crisis en Siria, que ha dejado 43.000 muertos según el OSDH, alcanzan al más alto nivel del Estado.
"[Asad] no esconde su voluntad de optar por la opción militar hasta la victoria final [y cree que] después, el diálogo político será realmente posible", indicó al Shareh.
Por otra parte, un periodista de televisión estadounidense Richard Engel fue liberado, luego de haber estado secuestrado en Siria durante cinco días por un grupo desconocido, informó el martes la cadena para la que trabaja, NBC News.
Según un informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), hubo un total de 67 periodistas asesinados en 2012 y Siria fue el país que se cobró más víctimas. Así, "28 reporteros cayeron en combate o fueron víctimas de asesinatos a manos de fuerzas gubernamentales u opositoras", de acuerdo con el CPJ.
En el plano diplomático, el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, instó este martes a Irán a "enviar mensajes claros" al régimen de Damasco para presionarle con el objetivo de que deje de cometer actos violentos.
"En vez de criticar el sistema (de misiles antimisiles Patriot con el que se dota Turquía), Irán debería decir 'stop' al régimen sirio que ha oprimido continuamente a su propio pueblo y provocado a Turquía con violaciones fronterizas", dijo Davutoglu a periodistas en Ankara. "Es hora de enviar mensajes claros al régimen sirio", añadió.
Por último, Rusia envió una nueva flotilla de buques de guerra al Mediterráneo, hacia las costas de Siria, donde el conflicto se agrava, informó este martes el ministerio de Defensa.
Según un balance provisorio del OSDH, la violencia dejó el martes 98 muertos, de ellos 41 rebeldes, 21 civiles y 34 soldados.
AFP